Ahora que el huracán Dorian bordea las costas de Carolina del Norte y del Sur y hasta arremete con sus vientos y sus lluvias sobre el territorio de ambos estados, cobran notoriedad no solo sus ciudadanos o sus servicios de emergencias sino hasta sus animales salvajes.
Un reporte de la cadena CNN llama la atención sobre algo que apenas los biólogos y específicamente los etólogos conocen. Pues que los majestuosos caballos salvajes que pastan y se aparean en las zonas llanas de los Bancos Externos (Outer Banks), la cadena de islotes que cierra el extremo oriental de Carolina del Norte, no serán evacuados para su protección pese a la tormenta.
Y no se trata de un descuido o del abandono de las autoridades local, sino de que ellos mismos han demostrado durante décadas que tienen un truco peculiar para sobrevivir ante este tipo de inclemencia del clima.
Según los científicos del Fondo Corolla para Caballos Salvajes que los han observado, estos mustangs españoles tienen la tendencia de juntarse y acometer en masa el viejo truco que los ha hecho sobrevivir.
Ante la llegada del mal tiempo, todos ellos avanzarán hacia un terreno más alto y se guarecerán bajo robles robustos que esta vez los protegerán de Dorian, y mañana lo hará de igual manera ante otro huracán.
“Es probable que superen los vientos y la lluvia como lo hicieron sus antepasados antes que ellos, acurrucados, contra el viento”, aclararon desde el Fondo Corolla en un comunicado que hicieron llegar a la prensa.
La entidad que administra el rebaño es consciente de la inquietud de miles de internautas a través de las redes sociales, por lo que cada vez que se presenta una situación similar nos notifican que los corceles saben muy bien lo que tienen que hacer.
Lo interesante ha sido observar cómo, a medida que se acerca el poderoso evento meteorológico y la presión atmosférica aumenta, los caballos empiezan a reaccionar y se agrupan.
“Recuerda, ¡han estado haciendo esto durante 500 años!” —advierte el texto.
Lo que sí han garantizado sus cuidadores son el alimento, el agua dulce y algunos otros suministros. Todo esto ha sido almacenados en una granja aledaña al área donde ellos viven.
Además, cada uno de los caballos posee una identificación adherida a su melena, así como la garantía de que el administrador del rebaño pasará la tormenta en la granja con ellos.
Este jueves, no pocas áreas de Charleston, en Carolina del Sur, ya estaban sintiendo los efectos de las inundaciones, producto del huracán Dorian. Y se espera que 24 horas más tarde ya el fenómeno haya abarcado las dos Carolinas.
Por ello, más de un millón de personas, residentes de ambos estados, habían recibido órdenes de evacuación obligatorias.
Cuando el año pasado la zona fue afectada por el huracán Florence, Meg Puckett, la gerente del rebaño, aseguró que los aproximadamente 100 caballos salvajes que residen en esa área son ingeniosos y poseen una voluntad increíblemente fuerte para vivir.
CNN.