Bien lo dice el adagio: Somos producto de nuestras elecciones.
…Dios es tan grande, que nos permite escoger el camino aún cuando el destino lo tiene bien acotado. Pero no es el punto de entrega ni lo que llevemos en las manos lo que nos hace valiosos, nuestro valor radica en el camino que decidimos seguir y aún mas en el que dejamos pavimentado a nuestras espaldas. Que fácil nos confunde una apariencia cuando no observamos la historia de un individuo. Todos pretendemos un gobierno eficaz y justo, pero no elegimos a uno que no nos favorezca individualmente; y menos aceptamos la carga de asumir la figura del gobernante anhelado, porque cuesta mucho y paga mal.
…La democracia es una arma de dos filos, es muy cómodo asumir la posición del que elige entre varias opciones, pero no aceptamos transformarnos en la opción para que los demás elijan. ¿De que sirve la democracia si la mayoría está formada con personas que solo piensan en si mismas? Por eso es elegido el que ofrece mas de lo que se puede dar y termina decepcionándonos a todos.
…Las buenas elecciones diseñan y abren brechas mejorables para multitudes; las malas solo trasportan en vehículos voladores a unos cuantos pasajeros; y las peores proyectan impactantes autopistas imposibles de construir, para gente que no tiene en que transitarlas.
…Antes de pensar en buenas opciones para elegir, tenemos que prepararnos para ser buenos electores, debemos aprender que quien mas ofrece en campaña generalmente se queda sin nada para entregar durante el mandato; también nos urge entender la diferencia entre “convencido y cautivado”, al cautivado primero le arrojan objetos y promesas para robarle el corazón y después con saña le hurtan la cartera; por otro lado, al convencido primero le entregan proyectos y argumentos, que si son suficientes para hacer mayoría, luego producen oportunidades para todos.
…Como nos hace falta comprender que lo fácil difícilmente es bueno. Sin duda tenemos que trabajar mas en nuestra inteligencia para aprender a hacer mejores elecciones, pero ¿Que esperamos si apreciamos mas al titulo universitario, que a los conocimientos que representa? ¿Como entendemos? Que comer no es alimentarse, que trabajar sin producir es perder el tiempo, y que aceptar que otros sean causantes de nuestros problemas, implica renunciar a la responsabilidad propia para resolverlos.
…Las oportunidades que da la vida son escasas y se reparten entre muchos, pero las que podemos construir con esfuerzo y desarrollando nuestro talento, se multiplican indefinidamente con trabajo y alcanzan para todos abundantemente.
Hoy prepárate para elegir con entendimiento, confía en quien te ofrece alternativas para construir con tu esfuerzo la prosperidad que te corresponde; desconfía de quien te asegura prosperidad sin tu esfuerzo, y elimina de tus opciones a quienes hasta ahora te han arrebatado el producto de tu trabajo a cambio de fantasía e ilusiones.
¡Que Dios Nos Bendiga!
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