El dolor profundo de las madres mexicanas que buscan a sus hijos e hijas desparecidos, ante la incapacidad, complicidad e inoperancia de las autoridades mexicanas de justicia, las ha convertido en expertas en investigación y activistas incansables en estas averiguaciones para exigir y llegar a la justicia.
Desde 1970 cuando el gobierno de Luis Echeverría inició la guerra sucia y el de Felipe Calderón con la guerra contra el narco, en el país han surgido numerosas organizaciones de mujeres que levantan la voz con la misma proclama, “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Doña Rosario Ibarra de Piedra, originaria de Saltillo, nacida en 1927, quien hace 42 años inició la búsqueda de su hijo Jesús Piedra Ibarra, detenido y desaparecido por el gobierno mexicano en abril de 1975, con un grupo de mujeres conocidas como “Las Doñas” fundó en 1977 la organización Eureka, con ellas, considera la activista, “trascendió a la fortaleza de la lucha organizada y colectiva por la justicia”, en su batalla, se anima de haber encontrado con vida a 148 desaparecidos presos en las cárceles de la Marina y el Ejército (Entrevista, Reforma).
La activista saltillense expresa que nunca se imaginó que el grito que alzaron los integrantes de Eureka estallaría en todo el mundo para reclamar a los sátrapas que nos gobiernan justicia para los miles de desparecidos en este país, ella exhorta a las madres mexicanas que buscan a sus hijos, que los defiendan como leonas, que exijan justicia y no desistan, porque la indignación y la organización popular crecen con la exigencia de cambiar a este país.
La corrupción y la impunidad son los pilares con los que se sostiene la desaparición forzada que es una política de terrorismo de Estado que tiene a la justicia secuestrada y desaparecida igual que a las familias que la padecen.
Las madres de los desaparecidos salieron el pasado Día de la Madre a protestar y exigir la presentación con vida de sus hijos y familiares en varias ciudades del país, las madres cambiaron el festejo por protestas y reclamos al gobierno federal y a los estatales, en Saltillo, Torreón y la CDMEX, FUUNDEC presentó contingentes que marcharon en las 3 ciudades.
En la CDMEX participaron en las protestas, madres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la comunidad de argentinos residentes en México y representantes de organizaciones como Abuelas y madres de la Plaza de Mayo, fundada en Argentina, miembros de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Asociación de Ex Presos Políticos de Chile, Hijos por la Identidad, y la Justicia Contra el Olvido y el Silencio, así que la protesta se internacionalizó, lo cual le da fuerza, pero al parecer nada puede contra la sordera y la indiferencia de los gobiernos de México.
En Coahuila las desapariciones forzadas se pusieron de moda con el moreirato y ahora que estamos en elecciones solamente el candidato del partido Morena Armando Guadiana, se ha comprometido, que de llegar a ser el gobernador del Estado investigará y hará justicia por estos hechos, y las masacres de Piedras Negras y Allende, es lamentable que los otros 6 candidatos los ignoren, un silencio sepulcral ronda sus giras, en cambio, el señor Guadiana llevó la denuncia hasta el Tribunal Internacional de la Haya.
La activista Rosario Ibarra y su organización encontraron a 148 desaparecidos, preguntemos a Enrique Peña Nieto, ¿A cuántos ha encontrado? Estamos ante la inacción, hemos llegado a la tolerancia del Estado y la impunidad total.