En las pasadas elecciones del 18 de octubre de este 2020 hubo en Coahuila votaciones para elegir el nuevo Congreso local, como siempre todo al modo del PRI: Los sindicatos como la CROC, CNOP, CTM, el sindicato de la sección de trabajadores de la educación de la Sección 38, aunque no todos, solo el grupo que manejan Carlos Ariel Moreira y Xicoténcatl de la Cruz, que sigue siendo muy copioso y del cual le jugaron una jugarreta a los mismos de Morena y estos inocentes dejándose creer que el lobo los cuidaría en las casillas, si son parte de los brazos del priismo.
Tenemos ahora a varios actores políticos hijos de los mismos de siempre pero ahora van en la segunda generación, así pues, tenemos ya con un escaño en la bolsa a la hija del eterno dirigente de la CROC Mario Morales y quien manejó toda la flotilla de taxis para el acarreo de votos ya que su hija Luz Elena Morales contendía a un escaño, hoy es por mayoría diputada electa.
También está la hija del ex funcionario público que está castigado por peculado, pero sin mayores efectos que solo retirarlo de la función pública, Abraham Cepeda, pues ahora le hereda a la hija sus contactos y por eso contendió también a una diputación Bárbara Cepeda, también ganó por mayoría, hubo billete pues el padre de esta joven le robó mucho a CONAZA cuando estuvo al frente, de hecho se hizo de millonarios ranchos equipados y ahora estará la hija que de regidora de Saltillo no hizo más que nada, también estará de nuevo otro Moreira ahora es Álvaro y hablar ya del apellido Moreira es hablar de corrupción en Coahuila.
También estará la esposa del ex presidente municipal de Ramos Arizpe, Coahuila, quien obtuvo dos veces el cargo, una vez con el PAN y después por el PRI, esta última vez, dejó a Ramos Arizpe, como diría el lenguaje popular, sin calzones al municipio, el más rico de los 38 municipios porque es donde se concentra la zona industrial.
También no hay que olvidar que a este matrimonio compuesto por Ricardo y la hoy diputada electa por mayoría, Edna les catearon su casa en mayo del 2019 por cuestiones de un expediente de la entonces PGR donde lo involucran con la venta de drogas, se las cateo la hoy FGR un domingo en la madrugada.
Pero en fin, venir de la corrupción es algo ya usual en Coahuila y más si del PRI se trata.
Como siempre las elecciones en este Estado no son limpias, abundó como siempre el billete, el menudo que ofrecieron las lideresas, el acarreo en taxis de los sindicatos afiliados al PRI y en las rancherías el transporte público, porque también tienen el control de ellos, las amenazas de las lideresas de colonia de no entregar apoyos de despensas sino votaban por ellos, funcionarios públicos amenazados de ser despedidos de sus trabajos, sino llevaban mínimo a 5 personas a votar y con previa fotografía de la boleta marcada, el Instituto Electoral de Coahuila IEC es otra institución manejada por el PRI por eso los coahuilenses desconfían en este instituto que se prestan a la simulación de las elecciones y se permiten todo tipo de tranzas, las quejas no tienen resonancia, total es otro tentáculo más del PRI, los de la CNOP y los de los mercados sobre ruedas igual sino votan por ellos pierden el lugar, tiene todo amarrado.
¿Por qué gana siempre el PRI en Coahuila?
¿Si no tiene aceptación ese partido y más que el partido, los contendientes a las diputaciones, por qué gano?
Porque en Coahuila queda muy atrás el patriotismo, el civismo de los grandes hombres y mujeres de antaño que daban hasta la vida por este suelo coahuilense, ya solo quedan puñados de ellos. Si hablamos de números digamos que fueron 350,000, son muy pocos soldadas y soldados para defender la democracia de Coahuila, fueron los que salieron a votar por la alternancia, pero contra los que se dejaron poner precio, por cierto muy devaluado porque fueron 200 pesos y a otros fue ese dinero y un plato de menudo, mujeres sobre todo adultas mayores que les estuvieron depositando 200 pesos mensuales tres meses antes de la elección para agarrarles el voto pero con la promesa de que llevarían a hijos y nietos en edad de votar ese día y así lo hicieron. Gente amenazada que tienen miedo levantar la cabeza y se les hace más cómodo bajarla y dejarse pisotear la dignidad, los de los sindicatos, los tianguistas, los funcionarios públicos en fin, su estructura solo les alcanzó para 440,000 votos con una carretada de dinero por delante para amarrarlos, así es cómo lograron esta votación del 49.31 %.
El total de votantes fueron en esta elección para renovar diputados locales en Coahuila, escasos 843,000, el mismo porcentaje que hace tres años, así que la pandemia no fue motivo, fueron el 39.38 %, de esos la división de votos entre la alternancia, que los únicos que se posesionaron fue Morena como segunda fuerza con cinco plurinominales, el PAN como tercera fuerza con tres lugares y UDC con un lugar.
Los que llegaron a dividir el voto y del cual esos partidos no alcanzaron el 3% de la votación requerida para conservar el registro estatal, están los de Partido Verde Ecologista que sacó 2.96, estuvo muy cerca de conservar el registro estatal y fue el más alto de los otros contendientes, enseguida está el partido Unidos del hijo de Humberto Moreira, de nuevo otro Moreira en la figura política, este partido obtuvo el 2.41 de la votación, ahí le ayudó mucho Arteaga que es donde sacó los mayores votos con 6,000, después estuvo el Partido del Trabajo que no vuelve a retener el registro estatal, se queda con 1.92, el partido que formó la UNTA Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Emiliano Zapata, se queda con 1.76 %, enseguida el partido PRD con 1.55 %, Movimiento Ciudadano se queda muy bajo de nuevo para asegurar el registro estatal con 1.35% y al final el partido de la Revolución Coahuilense con el 0.84 %.
Para el 2021 que vuelve a ver de nuevo elecciones se quedan solo los de registro nacional para contender o hacer alianzas con otros partidos más el único local que conservó su registro con el 3.53 % Unidad Democrática de Coahuila UDC. Desaparecen: Unidos del hijo de Humberto Moreira, el Emiliano Zapata y Revolución Coahuilense.
Esperemos que de nueva cuenta no gane el abstencionismo, porque recuerden que si quieren cambiar a Coahuila es votando, no siendo indiferentes porque el PRI ya demostró que tiene músculo y sobre todo dinero, si el millón trescientos mil y tantos coahuilenses no despiertan, ya sabremos el resultado, por eso conociendo el abstencionismo que se vive en Coahuila, el PRI ya podría anunciar de nuevo el ¡ya ganamos!
Por eso presumen tanto a Coahuila como su bastión más fuerte del priismo, además ningún otro Estado tiene la red de lideresas que aquí tienen y de las cuales su pago de nómina sale de las arcas públicas de la Tesorería Estatal y de los diferentes municipios priistas, esa estructura se paga con nuestros impuestos, por eso no alcanza para obra pública.
Te pregunto coahuilense ¿Estás dispuesto a seguir pagando de tu dinero la millonaria nómina para pago de lideresas, dinero que puede ir a obra pública o al sector salud o de educación y todo por no salir a votar?
Y termino diciendo: “Ya chole con lo mismo de los mismos”.
Yo opino ¿y tú?
Rosa Ofelia Garza de la Peña