En lo que fue el río Tille, ahora solo se ve un lecho de polvo blanco y miles de peces muertos a la altura de Lux, localidad de la región de Borgoña, en Francia.
Desde los embalses secos y resquebrajados de España hasta los niveles escalofriantemente bajos de las aguas de ríos grandes como el Danubio, el Rin y el Po, una sequía sin precedentes afecta casi la mitad del continente europeo: causa estragos en economías con fuertes sectores agrícolas, obliga a restringir el uso del agua, provoca incendios forestales y amenaza las especies acuáticas.
No ha habido lluvias importantes en casi dos meses en el oeste, el centro y el sur de Europa. En Reino Unido, donde llueve a menudo, el gobierno declaró una sequía en el sur y el centro de Inglaterra el viernes, en medio de uno de los veranos más calurosos y secos de la historia.
Se espera que el período seco continúe y genere la peor sequía en 500 años, según los expertos.
El cambio climático está exacerbando la situación pues las altas temperaturas aceleran la evaporación, las plantas necesitan más humedad y reducidas nevadas en el invierno limitan la cantidad de agua fresca para la irrigación en el verano.
Mientras caminaba por el lecho seco del Lux, de 15 metros de ancho, Jean-Philippe Couasné, de la Federación de Pesca y Protección del Ambiente Acuático, enumeró las especies de peces que fallecieron en el Tille. “Es algo horrible”, comentó. “Normalmente fluían unos 8.000 litros de agua por segundo. Ahora, cero litros”.
Mientras no llueva, el río “seguirá seco y los peces seguirán muriendo. Están atrapados río arriba y río abajo, pero no llega más agua. El nivel de oxígeno bajará junto con el del agua”, expresó Couasné. “Hay especies que irán desapareciendo gradualmente”.
Jean-Pierre Sonvico, director regional de la federación, dijo que desviar el agua de otros ríos no es una opción porque ellos también están afectados por la sequía.
“Es algo dramático. No podemos hacer nada”, expresó. “Estamos a la espera de que llueva, pero no podemos contar con las lluvias”.
El Centro de Investigaciones Conjuntas de la Comisión Europea dijo esta semana que la situación empeorará y podría afectar al 47% del continente.
Andrea Toreti, del Observatorio Europeo de Sequías, indicó que en el 2018 hubo una sequía tan extrema que se dijo que no había habido nada parecido en 500 años, “pero creo que la de este año es peor todavía”.
“En el verano es cuando más lo sentimos”, manifestó. “Pero la sequía se gesta a lo largo de todo el año”.
Algunos agricultores europeos están empleando agua de la canilla para dar de beber a su ganado en vista de que los estanques y ríos están secos. Consumen hasta 100 litros diarios por animal.
En Burgundy, región habitualmente verde donde nace el Sena, el césped está amarillo y los tractores producen grandes nubes de polvo.