Llegará el martes o por ahí, Enrique Ochoa Reza, a la dirigencia nacional del PRI. Un golpe más fuerte a Manlio Fabio Bretones Rivera no podrían darle (recién deja la dirigencia, tras la derrota estrepitosa del tricolor, cual consigna ciudadana que rechaza a más gobiernos despóticos y corruptos, como estos y a mas PRI soberbio y antidemocrático).
Y decimos a Manlio como decir a cualquiera que represente a los politos de la vieja guardia, y no yendo tan lejos, tan solo a los políticos. A toda la otrora famosa clase política.
Y sí, desde el título del artículo fue un juego de nombres. No llega Enrique Martinez y Martinez (mencionado por segunda vez en un año) pero si el otro Enrique; de hecho no llega ningún político; mencionado y sin mencionar. Uno representa la política política, y el otro, este (Ochoa Reza), a la tecnocracia que vuelve por sus fueros. Y mencionamos a Martinez porque fue mencionado, y lo traemos a cuento, porque este cuento se acabó. El PRI parece despedirse del auditorio, antes de empezar a jugar.
Si nos contaran de nuevo “la jalada aquella” de que Peña Nieto pactó con Calderón la llegada de Margarita a la presidencia, a cambio de no sé qué, ya no nos reiríamos tanto.
Bajo esta nueva luz anti política, ¡todo se ve de otro color!
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