En los tiempos hay intentos. La disciplina es la voluntad por frenar la recompensa y continuar con la tarea. En la vida podemos andar entre disciplina o entre pasión. Asumimos que el éxito es un suceso y no un proceso que nos lleva de un paso a otro. Esto queda evidente con la descripción de nuestras recetas de cocina, en las que ponderamos “la buena mano” y encriptamos los procesos en unidades de medida como “pizca”, “cucharadita”, “tantito”. La sazón no depende de la mano, sino de una medida que puede ser definida con exactitud, pero suponer que sobre la disciplina está la pasión es suponer que sobre el proceso la intención. Hoy en nuestro argot cotidiano importa más “echarle ganas” y apasionarse en lo hecho, que lo propio que se hace o la claridad con que se hace.
En el plano internacional las actuales presiones geopolíticas causadas por la alta tensión mundial de Rusia y Ucrania, y ahora de Corea del Norte y Japón, corresponden a procesos que no pueden ser interpretados como sucesos. México, cosa rara pues no participamos en las cumbres ni en las reuniones internacionales, emitió una propuesta de pacificación de la región, esa propuesta de cese al fuego atiende los sucesos y no respeta los procesos, ni siquiera en su enunciación, misma que debería ser ante un órgano internacional y no ante una población con sus propios problemas. Limita el fenómeno a un momento y obvia la conclusión de un proceso. Por eso el mundo enfrenta procesos de algidez bélica y también de pacificación, de presión geopolítica y también de alianza.
Los procesos y los sucesos se reflejan en nuestra construcción de un país. La propia dinámica política parece ser entendida por sucesos y no por procesos. Hay procesos que deben cubrirse para ser o no ser candidato, y esto ocurre no solo ante las instancias electorales sino también ante los tomadores de decisiones para ostentarse como candidato o candidata de algún partido político. Los aspirantes a contender por la presidencia del país en el 2024 comienzan a pensar en sucesos, algunos otros continúan los procesos. En Coahuila, quienes aspiran a contender por la gubernatura en 2023 algunos piensan en sucesos y los esperan, otros continúan en los procesos y operan. Esa es la diferencia entre la disciplina de someterse a los pasos y la pasión por solo hacer sucesos. Lo mejor una pasión disciplinada y una disciplina apasionada.
Al interior del gabinete federal, Tatiana Clouthier, Secretaria de Economía de México, presentó su renuncia al Presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue aceptada y reconocida por el mandatario en una de sus conferencias mañaneras. En la misiva que giró la hoy exsecretaria de economía, reconoció que; “como en el juego, hay que saber cuándo es tiempo de retirarse”. Eso es atender el proceso y no solo el suceso. Su salida corresponde a un desgaste continuado, como pasó con el antes fuerte representante empresarial Alfonso Romo, quien fue jefe de Tatiana en su paso por las instituciones educativas en Nuevo León. Seamos respetuosos de los procesos, que no solo con sucesos se conquista.