La esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. Ya sea a partir de un sustento lógico o en base a la fe, quien tiene esperanza considera que puede conseguir algo o alcanzar un determinado logro. Por ejemplo: “Es una enfermedad muy dura, pero tengo esperanza en que saldré adelante”, “El equipo quedó a diez puntos del puntero aunque no pierde la esperanza de conseguir el título”, “Ya perdí la esperanza: no creo que pueda conseguir trabajo antes de fin de año”.
Las personas suelen aferrarse a la esperanza cuando se encuentran en una situación complicada. Se trata de un recurso que los ayuda a no caer en la depresión, basadas en la idea férrea de que pronto las cosas mejorarán. Esa confianza actúa como estímulo y aporta fuerza y tranquilidad; por otro lado, cuando se pierde o resulta difícil alcanzarla, la vida se vuelve una ardua batalla contra los obstáculos.
Así como el rojo es el color de la pasión y el blanco identifica a la pureza, el color de la esperanza es el verde.
La esperanza, por otra parte, es una de las tres virtudes teologales (junto a la fe y la caridad). Para la teología cristiana, la esperanza es la virtud que capacita al hombre para tener confianza de alcanzar la vida eterna con ayuda de Dios.
Esperanza también es un nombre femenino: “Esperanza Aguirre es una política conservadora que forma parte del Partido Popular”, “La actriz española Esperanza Roy ganó varios premios a lo largo de su carrera”.
Esperanza, por último, es el nombre de varios lugares geográficos, como una ciudad de la provincia de Santa Fe (Argentina), una localidad chilena, un municipio guatemalteco y un distrito en República Dominicana.
Definición. De