Estado en liquidación.

Trasmina, gotea acuoso y nauseabundo líquido en descomposición, este Gobierno represivo, retrógrado y simulador. Se lleva al caño seis años de tinieblas, de marasmo y disolución social, enfrentando a los coahuilenses y amedrentando a las voces disidentes.

Símbolos son las caras largas, las miradas perdidas, el encierro en Palacio, la inauguración de obras inexistentes, la declaración de cifras increíbles, osadas, llenas de falacias y acomodaticias.

El grupo inicial ya fue abandonado, hoy sólo están los cómplices; afuera quedaron los amigos, los que ayudaron a Rubén a llegar a la cima, arrastrándose, no volando, como es su naturaleza.

Ante la incertidumbre, el pánico; y de ahí, las jornadas para ir de compras a Canadá en busca de inmuebles, permisos, visas que al final no servirán de nada, porque, como dice mi abuela: “A donde irás que no te hallen”.

Se cuenta de que en una jornada nocturna varios tambos fueron desenterrados con montones de billetes, en un lote de Piedras Negras, ante la complacencia de la gente de más confianza de Víctor Zamora, al más puro estilo de serie de criminales.

El apuro para entregar el gobierno al delfín es evidente, aun cuando al resultado electoral le cuelga tiempo para ser legitimado o anulado. La posibilidad de un gobierno intermedio se vislumbra cada día con mayor claridad.

Rubén está acorralado, sin amigos, sólo cómplices, con múltiples enemigos, iniciando por su hermano y terminando con cientos de miles de coahuilenses agraviados que votaron en contra de su régimen y su pelele.

Nadie ayuda al rey moribundo, decía Shakespeare en el “Rey Lear”; es más, ya ni su cónyuge: “Ganaron (los del PAN) todos los distritos de La Laguna, si hubiéramos querido hacer trampa, claro, no se puede, hubiéramos hecho trampa ahí también”, en plena sesión de la Cámara de Diputados, la primera dama cada vez más cercana a su tierra.

Más aún, los fantasmas del pasado aparecen y van a cobrar facturas en los próximos meses. Ya en Estados Unidos, la revista National Geographic publicó en su número de julio un reportaje sobre la tragedia de Allende, ésa que tuvo repercusiones hasta en La Haya y que el Gobierno de Rubén pretendió borrar, derrumbando las casas balaceadas a fin de eliminar las huellas de una acción consentida desde el Gobierno Estatal. (¿Quién era el mandamás de Coahuila en 2011, sino el candidato del PRI?, ¿quién el Secretario de Gobierno?)

La terquedad evidente de heredar no sólo al Ejecutivo, sino a los demás compinches genera más rabia en la sociedad, cuya esperanza está situada en la conformación del Congreso Local y el resultado de las impugnaciones de los candidatos opositores. La primera fase del derrumbe que viene ya se presentó, porque ahora llega una segunda de negociación en la que no será partícipe el Gobernador, ya que a estas alturas lo único que puede salvar es no ser perseguido a cambio de…

La multa impuesta por el INE a la Coalición del PRI es el preámbulo de una anulación de la elección, bajo el argumento de utilizar el padrón de beneficiados con programas sociales para entregar la tarjeta, listas que fueron ofrecidas como prueba por el PAN y por Guerrero.

Además del cenagal político, la herencia económica es de crisis: “En Coahuila al 2014 (estudio más reciente), el 30.2% de la población vive en la pobreza (886 mil personas) y en condición extrema 109 mil personas, que representan el 3.7% de la población; y en el semáforo de crecimiento económico estatal tiene un pobre crecimiento del 1.9% anual al último trimestre del 2016 (4T-2016), por debajo de la media nacional (2.7%). Además, Coahuila no cumplió ni la mitad de la meta propuesta de crecer al 4.5% anual. La deuda pública en el Estado es el indicador más preocupante, ya que pasó de representar 2% del PIB estatal a 7.8%.

La deuda pública de Coahuila representa el 5.7% del PIB estatal (2017), siendo el cuarto Estado del País más endeudado en proporción a este rubro (PIB estatal)”. Continúa la operación drenaje en el derrumbe dos…

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