Ética y moral

Actuar con moral y ética en el servicio público, en la vida profesional y social en general, parece algo obsoleto, fuera de prioridad y hasta les cae mal tan solo que se mencionen esos valores fundamentales.

La buena cuna no tiene que ver con dinero ni pañales de seda, se refiere a ser criado y enseñado para conducirse con decencia, atender a los consejos de nuestros viejos, honrándolos.

 Solo hablamos, pare empezar, de dos valores esenciales: ¡Moral para ser y Ética para hacer!

Sinvergüenza

A algún político local, aquí en nuestro amado pero corrompido Coahuila, se le atribuye el cinismo de una frase lamentable, con jiribilla y desenfado: “político que pierde la vergüenza no sabe lo que gana“.

Qué evidente resulta y que drama entraña que sea específicamente en la política (y para políticos) donde se invoque la desvergüenza para decirse ganadores. Una actividad que entraña servicio y honestidad es buscada afanosamente por quienes tienen sed de ser (lo que no son ni serán… honestos), y hambre de poseer (fortunas rápidas y mal habidas y poder sobre la voluntad colectiva, para fines insanos). 

Luego, la sociedad se va corrompiendo a la par de los políticos chuecos, sin valores. Corruptos por impunes.

Miren el moreirato, por rancio y maloliente ejemplo: No solo los que lo engendraron cual engendro (y engendros), son corrupción y muerte, sino que, para continuarlo, formaron una escuela del delito, una universidad del robo y la criminalidad, y así, con esa cauda de nuevos bandidos egresando de sus aulas criminales (nuevos políticos) se va contaminado todo al paso de los desalmados.

Y entonces, la sociedad se vuelve secuestrada y a una parte de ella, la parte mala por supuesto, la sin valores, sin ética ni moral, le va gustando vivir sin trabajar. Vivir corruptamente y sin cargo de conciencia (porque perdieron la vergüenza y ya saben lo que ganan).

Si te perdiste

Si te sientes extraviado, si perdiste el rumbo, la brújula y el camino, “regresa al principio”, dice un dicho sabio por popular.

Y vale entenderlo literal como filosófico. Al caminar en círculos (viciosos) hay que volver al principio del sendero para ver con claridad y caminar recto, pero, si te perdiste del camino bueno, si te perdiste de ti mismo, de tu esencia y buena cuna (la de los principios y valores) regresa al principio, a las enseñanzas de tus padres y abuelos, de tus buenos maestros.

Entonces, para enmendar, para rectificar, para enrutarte en el bien, regresa un trecho sobre tus pasos y empieza de nuevo. ¡Si tu andar no tiene que ver solo con ganar y poseer, si tu destino y los peldaños para ascender y alcanzarlo no requieren de pisar manos y corazones, entonces vas en el sentido correcto!

Trillado y cursi

Hablar de ética y de moral, de solidaridad y generosidad, sobre todo el hablar de decencia y honestidad, en toda la actividad humana y en especial en la política y el desempeño de los políticos (esos que juran servir y hacerlo con honestidad), para tantos resulta cursi y trillado.

Ahí está el daño hecho por los cínicos y malvados.

Aquí, en ColumnasDeMexico.com, aquí en estas notas editoriales, aunque descalificadas y modestas, seguiremos recordando el buen camino por seguir, o por rectificar (todos nos equivocamos y tenemos oportunidades de redención); y que, los valores y principios son el legado mayor de nuestros viejos y por ello… ¡la única senda para ganar la gloria, es el honor!

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