El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) tendrá un papel fundamental para decidir cuál vacuna contra el Covid-19 entra al país; a través de un comité científico tendrá la labor de identificar las características técnicas de las dosis candidatas.
Tras informar que la Secretaría de Salud (Ssa) tuvo una reunión con el laboratorio mexicano Landsteiner Scientific, el cual logró un acuerdo con el gobierno ruso para adquirir 32 millones de la vacuna Sputnik-V, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, adelantó que además de la verificación sanitaria que debe tener cualquier producto de índole farmacéutico que ingrese al país, Conacyt tendrá un papel importante a la hora de elegir la inmunización.
“El papel rector de Conacyt había sido hasta cierto punto no aprovechado del todo, hoy tenemos a una persona con extraordinarias capacidades científicas. En estricto apego a sus atribuciones le corresponde a Conacyt ser la entidad rectora de la ciencia, la innovación y el desarrollo tecnológico en México.
“Estamos canalizando los esfuerzos de identificación de las características técnicas de las vacunas candidatas contra el Covid, a través de un comité científico que ha establecido Conacyt y lo reconocemos desde la Ssa”, dijo.
Detalló que el encuentro fue solicitado por representantes de la firma farmacéutica, a fin de registrar la cura rusa en México. Al respecto, reiteró que cualquier medicamento o vacuna que entre a territorio nacional deberá ser evaluado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Landsteiner planteó tener una conversación con el secretario Jorge Alcocer para tener un proceso armónico con la intención de registrar la Sputnik-V en México; cabe destacar que ésta y cualquier otra vacuna, y extensible a cualquier producto farmacéutico, es indispensable y no se puede exentar que exista un proceso de análisis de demostración de calidad, seguridad y eficacia, y la agencia de regulación en México es Cofepris”, recalcó.
Agregó que no existe ningún prejuicio contra la vacuna que producen científicos del Centro Gamaleya, pero subrayó que la evidencia deberá hablar por sí misma y comprobar que cuenta con las características necesarias para obtener un registro sanitario. Así, dijo que este procedimiento es el mismo con los productos farmacéuticos que pretendan entrar a México.
“No tenemos prejuicio alguno, la evidencia tendrá que hablar por si misma y ser irrefutable, como previamente tuvimos un encuentro con el laboratorio Janssen y así será con cualquier otro que se acerque a presentar propuestas para buscar armonización del esfuerzo. Nos interesa mucho que la investigación clínica siga reglas de ética, estándares profesionales de investigación y transparencia de trazabilidad, éstas están establecidas en reglamentos, normas y es una facultad exclusiva de la Ssa el regular todos estos elementos”, aseveró.
López-Gatell negó que la reunión tuviera como objeto alcanzar pactos financieros y resaltó que más bien sirvió para conocer los elementos de la colaboración del laboratorio mexicano con el gobierno de Vladimir Putin.
“Ese no fue el propósito, no es la manera en que se negocian los insumos de la salud por parte del gobierno mexicano ni por parte de la Ssa, que es la entidad que sería responsable en un momento de la adquisición de las vacunas, ni por cualquier otro oficina de gobierno, que no sería la responsable, pero no es este el mecanismo, la reunión fue para conocer los elementos de evidencia que hasta el momento tengan en posesión los proponentes, en este caso la empresa Landsteiner o el gobierno ruso”, manifestó.
Ayer EL UNIVERSAL publicó que Moscú entregó a la Cofepris los materiales que se tienen relacionados con las pruebas clínicas de la vacuna Sputnik V. En entrevista, el embajador ruso en México, Víktor Koronelli, destacó que su gobierno está en comunicación permanente con el mexicano sobre la inmunización.
El pasado 9 de septiembre el Kremlin reveló que firmó un acuerdo con el laboratorio mexicano Landsteiner Scientific para enviar 32 millones de vacunas y cubrir a 25% de la población nacional; sin embargo, la Ssa refirió que este convenio se gestó directamente entre la farmacéutica y el gobierno ruso, pero dejó claro que cualquier medicamento o vacuna que ingrese al país debe pasar por Cofepris.
El Universal