Coahuila ha sido saqueada por más de 90 años por gobiernos del PRI, algunos fueron buenos, pero otros han hundido al estado en la noche obscura del robo, la corrupción política, la represión, la falta de libertades, los altísimos gastos en propaganda política mediante encuestas amañadas e informes sobre el crecimiento de la economía igualmente obscuros, enriquecimiento ilícito, voto inducido y comprado mediante despensas y materiales de construcción, contratación de cantidades exageradas de lideresas para la coordinación de estos repartos, en los últimos 18 años la deuda pública ha crecido sin pausa y sin rendición de cuentas, es dinero público, -son nuestros impuestos- ¿en qué se gasta? No hay información, porque la infraestructura urbana de las regiones sufre de un deterioro espeluznante; el sistema de salud está en quiebra, las desapariciones de personas y la violencia feminicida en contra de las mujeres son moneda común, el Poder Judicial no funciona, el Poder Legislativo se elige “a modo”, no son servidores públicos como la ley establece, son empleados del gobernador.
Esto no lo digo ni lo escribo yo, está tomado de un libro que fue presentado el miércoles pasado por Ricardo Mejía Berdeja, precandidato del Partido del Trabajo (PT), ante más de 200 personas. El título del texto es: “Mi lucha contra el moreirato y por la transformación de Coahuila”.
El texto destaca el saqueo del fondo de pensiones del la Sección 38 que colapsó las clínicas del magisterio y que asciende a casi 6 mil millones de pesos. Los gobiernos estatales han reprimido inmisericordemente las legales protestas del magisterio, los plantones en la Plaza de Armas, las tomas del Congreso local e incluso pretendieron apresar a algunos líderes.
En el noveno capítulo del texto Mejía expone lo que serían sus metas dentro de la 4T para el rescate y la transformación del caos por el que Coahuila va hacia el abismo. Comienza por la sobreexplotación del agua que pone en riesgo el abasto a la población. Por lo que propone como urgente un programa para enfrentar la escasez del vital líquido, proteger los acuíferos con medidas para su recarga. Propone arrancar de las manos de los líderes corruptos del moreirato y promover un sindicalismo democrático, que los maestros elijan sin presiones y en libertad, como lo hicieron en la Sección 38 recientemente mediante el voto libre y secreto a fin de superar los 18 años de corrupción y abusos. Sanar el cáncer del sistema de salud estatal que resiente la falta de recursos por las desmedidas carencias presupuestales provocados por la megadeuda. El moreirato debe entrar en agonía, expirar y existe un instrumento infalible, que no puede fallar, el voto libre y secreto, que el voto cuente y se cuente, si es posible casilla por casilla.
Transformar e impulsar el cambio comienza por combatir la guerra sucia, la infamia, el miedo al cambio, el odio que el moreirato promueve hacia la 4T es porque se sienten dueños del estado articulándose con aliados a modo capaces de renunciar a sus luchas electorales del pasado aliándose con el enemigo ancestral para seguir aniquilando la esperanza del pueblo coahuilense, sujetando la libertad de expresión, pero la convicción de que el cambio es posible revive y se nutre de la historia de lucha que los coahuilenses hemos emprendido durante todo el siglo pasado y el presente. Hasta la victoria, la lucha sigue.