…La actuación es sin duda uno de los artes en los que se ocupa mayor talento, el buen actor puede ensayar un millón de veces su argumento, pero una vez frente al publico, no se puede equivocar.
…En los negocios nos hacemos expertos, aprendemos mucho de nuestro oficio y las respuestas brotan cuando se necesitan por la experiencia, aprendizaje que se fija en diamante, si pasa por el inclemente dolor de los errores, fallas que cuestan, que lastiman el patrimonio y reducen el beneficio de trabajos extremadamente arduos. Los errores se cobran con las penas de interminables horas de concentración y esfuerzo, dilapidan la tenacidad y la disciplina de quien se forja con sacrificio, con largas jornadas y con mucho esfuerzo. Equivocarse es sin duda la mejor manera de aprender, pero siempre tiene un costo, costo que difícilmente estamos dispuestos a pagar porque nos hace tambalearnos y en ocasiones caer.
…En el emprendimiento privado, el costo de iniciar una empresa siempre se factura a nombre del emprendedor, quien al cubrirlo puede solo perder el tiempo, en otras el tiempo y sus ahorros, y solo una ves, hasta la vida.
…Dice el adagio de los emprendedores “Detrás del miedo esta la gloria, pues el tamaño del premio irremediablemente es proporcional al riesgo que te atreves a asumir” por ello en todo el planeta se cuentan con los dedos a los emprendedores que logran montar una empresa, superar el proceso de aprendizaje, y producir una institución capaz de trascender generaciones, generando riqueza y proporcionando una forma de vida digna a cientos de personas.
…Los empresarios son consientes de quienes son los que producen los impuestos con los que se paga a la burocracia, también saben como se produce la riqueza y sin duda entienden que el grueso de los empleos de su país, se originan a raíz de su esfuerzo; no obstante eso, la mayoría de los empresarios tienen poco tiempo que perder; en una discusión vana de ideas políticas dejan de vender o producir, y con ese descuido se pierde el salario de uno o varios de sus empleados, por eso es que los buenos promotores de empresas productivas generalmente no se involucran en las cosas del gobierno.
…Así como se puede definir el interés de algunos empresarios en el gobierno, también se puede observar que los mejores gobiernos, generalmente se aplican en administrar y aplicar leyes positivas, que permitan a los ciudadanos ser buenos empresarios, para que produzcan abundantemente, progresen constantemente, crezcan profusamente y así alcancen inmediatamente el glorioso resultado de pagar impuestos copiosamente.
…Hoy pregúntate si tu gobierno entiende que su bonanza depende de tu prosperidad como hombre de empresa o empleado; cuestiónate si saben que el mejor remedio para la pobreza es el empleo generado por empresas rentables, y observa si entre sus virtudes se cuentan el conocer y decir la verdad. Ve con atención que esas sean sus principales virtudes y asegúrate de que superen a otras habilidades como la de ser un buen actor, porque aún cuando un actor requiere disciplina, esfuerzo y creatividad para hacer un magnifico trabajo, al fin de la historia su producto solo es una simulación, que puede entretenerte gratamente, pero difícilmente te llevará a buen puerto o te hará progresar.
¡Que Dios Nos Bendiga!
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