En las narices de Miguel Riquelme, La Carbonífera y la Centro, agonizan por desempleo y abandono.
Ah, pero empezó el tiempo electoral y el gobernador usa la necesidad como discurso barato para disfrazarse de falso bombero.
¡Que poca madre!
En las narices de Miguel Riquelme, La Carbonífera y la Centro, agonizan por desempleo y abandono.
Ah, pero empezó el tiempo electoral y el gobernador usa la necesidad como discurso barato para disfrazarse de falso bombero.
¡Que poca madre!