En los albores del siglo pasado, la empresa norteamericana Ford Motor Company sentó las bases de la estrategia de producción que prevalecería durante las siguientes décadas. Produjo en serie un automóvil de bajo costo, el “Modelo T”, privilegiando la uniformidad y la escala. Todos eran idénticos, lo único que podría elegir el consumidor era el color, siempre y cuando éste fuera negro.
Un siglo después las cosas han cambiado. Ahora es una empresa española la que está revolucionado no solo a la industria textil, sino a los mercados en general: Zara, una cadena de tiendas minoristas de moda perteneciente al conglomerado textil Inditex, propietaria también de las reconocidas marcas Massimo Dutti, Pull and Bear, Bershka y Oysho, entre otras.
Comenzó como una empresa artesanal confeccionadora de batas que no salió de España hasta 1988, pero una década después ya había dejado atrás en ventas a los gigantes Gap (norteamericano) y H&M (europeo). Ahora cuenta con más de 2,500 sucursales en 88 países, de los cuales México ocupa el séptimo lugar con 79 tiendas.
En nuestro país, Inditex es la empresa líder en ventas de ropa con una participación del 4.3% del mercado, seguida de Levi´s y Milano, con cerca de 400 unidades esta última.
¿Cuál ha sido la estrategia de Zara para alcanzar tan impresionantes números? Producir volúmenes más pequeños sin incrementar costos, estrechando el ciclo de vida del producto, de tal forma que se usen una sola temporada del año. Desechables, prácticamente.
Esta empresa no necesita más de dos semanas para diseñar, fabricar y colocar en sus tiendas un nuevo modelo, mientras el resto del sector ocupa seis meses. Lanza al mercado al año la imponente cifra de 10 mil nuevos diseños.
En esta estrategia de “Fast Fashion”, Zara es sumamente sensible a los cambios en los gustos y preferencias de los consumidores, respondiendo inmediatamente a ellos. Esto importa mucho más que las ventajas asociadas a la producción en masa; la velocidad antes que la escala.
Fast Fashion. Una nueva y agresiva tendencia en el ramo textil, pero que no puede ser ignorada por la industria en general.