Este domingo 18 de junio, en plena celebración del Día del Padre, un fuerte sismo sorprendió a la región Noreste de México, con magnitud de 6.4, sin que hasta el momento haya notificaciones de personas lesionadas o daños materiales.
Originalmente, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) había reportado que el movimiento ocurrió en la zona de El Dorado, Sinaloa, con una intensidad de 5.6; sin embargo, posteriormente anunció que se trataba de un sismo de 6.4 con epicentro en las costas de San José del Cabo, Baja California Sur.
El SSN destaca que la zona del Sur del Golfo de California es altamente sismogénica, con mayor frecuencia en los sismos de magnitudes pequeñas que de magnitudes grandes. Ello, debido al sistema de fallas a lo largo del golfo y a transición de la margen sureste-este de la península de Baja California.
El mayor sismo registrado en la zona e Baja California ocurrió en junio de 1988, con magnitud de 7.0 grados en la escala de Richter.
“Los terremotos de este enjambre se relacionaron con el sistema de La Paz y su importancia radica en virtud de su proximidad a la zona urbana de la ciudad, la mayoría se produjo a una distancia inferior a 10 km de la ciudad y fue sentido en La Paz”, detalló sismológico.
Los sismos en Baja California ocurren debido a que la placa tectónica del Pacífico y la placa de América del Norte se encuentra en el Golfo de California. Además, el sur de la Península está limitada distintas fallas, en la margen occidental, siendo la falla Tosco-Abreojos una de las mayores de la región.
La mayoría de los sismos en el Golfo de California están asociados a fallas de transformación, tienen un mecanismo de desplazamiento lateral derecho.
“Si bien, los terremotos normales son con frecuencia asociados a fallas normales a lo largo del margen occidental del Golfo de California y las zonas de propagación entre las fallas de transformación”.