Al menos 27 personas han muerto en el sureste de Brasil por las fuertes lluvias que azotan partes del país, informó CNN Brasil, afiliada de CNN, citando a autoridades estatales.
El número de muertos en el estado brasileño de Espíritu Santo aumentó a 19, y al menos ocho personas murieron en el estado vecino de Río de Janeiro, reportó CNN Brasil citando a la Defensa Civil respectiva de cada estado.
Al menos seis personas siguen desaparecidas y más de 7.000 personas se vieron obligadas a salir de sus hogares en Espírito Santo, según CNN Brasil.
Las advertencias de fuertes lluvias estarán vigentes hasta el martes por la mañana con amenazas persistentes de lluvias y tormentas dispersas sobre la región, según las más recientes predicciones meteorológicas, donde las precipitaciones pueden alcanzar potencialmente hasta 50 milímetros por día hasta el martes.
Hay mayores posibilidades de precipitaciones y nuevas posibilidades de inundaciones en el centro de Brasil hasta mediados de semana, con precipitaciones diarias que podrían alcanzar los 100 mm en 24 horas.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, compartió sus condolencias a los afectados en una publicación en X el sábado, diciendo que “el Gobierno federal se solidariza con las familias afectadas y las vidas perdidas y está en contacto constante con los gobiernos estatales y municipales para proteger, prevenir y reparar daños por inundación”.
Se llevan a cabo operaciones de rescate en ambos estados y se insta a los residentes a tener precaución, publicaron en X el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, y el gobernador de Espirito Santo, Renato Casagrande, a finales de la semana pasada.
Las inundaciones y los deslizamientos de tierra siguen siendo una de las principales preocupaciones, ya que las lluvias no han cesado durante la semana.
La crisis climática contribuye con lluvias más intensas y frecuentes, y en Brasil esto se combina con una rápida urbanización y construcciones a menudo inseguras con efectos mortales. Más de 30 personas murieron tras las fuertes lluvias del año pasado en Rio Grande do Sul, mientras que otras 20 murieron en las inundaciones de 2022 en Sao Paulo.