Garapiñados: “Se aplica a un dulce normalmente hecho con azúcar y cacahuate”; en materia política se refiere a provocar de un suceso simple, otro muy complicado. Véase también: Galimatías.
El primer garapiñado coahuilense, fue provocado por esa proclividad gubernamental de dejar las decisiones a última hora, con el consabido resultado de no tener tiempo para replicar en caso de ser no adecuada.
Eso sucedió con motivo de la alianza política PAN-PRI en las últimas semanas y específicamente en las elecciones locales a las alcaldías. La segunda diferencia de interés entre el habitante de la casa de Sierra Nevada y el gobernador Jiménez, sucedió cuando el primero pretendía imponer en la alcaldía de Saltillo a su hermano Álvaro, lo que motivó un destape anticipado a favor de Javier Díaz y evitar la intención, (una a cero favor Manolo); sin embargo, para el tema de las alcaldías pactadas con el PAN con Manolo como candidato, se incluía una joya de la corona: Torreón.
Dicen algunos enterados, que originalmente a nivel local no se conocía el pacto que fue firmado por el CEN del PAN, Alito, Rubén y el candidato Manolo, por lo que a la hora de las negociaciones de a qué partido le tocaba nominar por ayuntamiento, vino el cuestionamiento del PRI local al efecto de la aportación de los panistas a la elección de gobernador y de ahí la discusión.
Finalmente, la ingenuidad del líder nacional del PAN, sacó a la luz el pacto descarado y cínico que califica incluso a las notarías, las recaudaciones, las magistraturas y los organismos autónomos como monedas de cambio de soluciones políticas. Válgame.
Se había logrado pactar la alianza, sin embargo, faltando unos minutos para el cierre del plazo, una consulta solicitada por el líder del PRI a la casa de Sierra Nevada, retrasó la firma y obediente el presidente del IEC, decidió en forma inducida que no se podía recibir el acuerdo fuera del plazo y por ende la alianza terminaba para el PAN a nivel local. (Uno a uno empate moreiriana).
Lo que sigue para el PAN es someterse a las migajas que podría haber en un par de alcaldías o la conformación de ayuntamientos.
El segundo garapiñado.- La nominación de un candidato de unidad para la escuela de cuadros del PRI mal llamada UAdeC, confirma la teoría de que en la misma se está educando a las nuevas generaciones de militantes del invencible en Coahuila.
De repente, los calefactos decidieron, algunos a regañadientes, apoyar a Octavio Pimentel como su abanderado, en la que podría resultar la primera elección de un universitario como dirigente desde 1997, año en que los chicos TEC y el de la escuela patito, se habían apoderado de la escuela de cuadros y no la querían soltar.
Si bien es cierto Pimentel es un auténtico alumno, profesor y funcionario universitario, resulta riesgosa la forma que se está utilizando para su nominación. Primero, la declaración conjunta de la unidad, después de la visita de los contendientes al palacio rosa; Segundo: La cargada universitaria al momento del registro como precandidato y Tercero: la adhesión de directores al proyecto, que en conjunto habla de los estilos arcaicos que en los años del partido único se daban para demostrar fuerza.
Pimentel debe saber que son los estudiantes los que determinaran la llegada a la Rectoría y con el antecedente del movimiento de los muchachos del Tecnológico de Saltillo, pueden existir voces opositoras que los convenzan de ir por nuevas elecciones, en esos juegos peligrosos de candidatos únicos. Ojalá tenga cabida la reflexión, el tender puentes y establecer estrategias para devolver a la universidad su verdadero papel en la sociedad. En fin.
El tercer garapiñado.- Este se formó precisamente en la nominación de los candidatos por parte del PRI al senado y las diputaciones federales, correspondiéndole las dos senadurías y 5 de los 8 distritos para diputaciones.
Hubo sorpresas y también anotaciones: en el senado quedaron 1 a 1 Manolo y Rubén, ya que Riquelme ya sabemos que fierro sumiso lleva y Bárbara Cepeda es gente de confianza del gobernador (con todas sus letras) Jiménez.
Por el lado de las diputaciones: Sonia entra por mano de Rubén, al igual que Bueno en Saltillo, Patricia Cardona y Hugo Dávila; Jericó, que se conformó con el puesto, entra por pacto con Manolo.
Pendientes los dos distritos para el PAN en Monclova y Torreón y del PRD en Ramos, que se puede adivinar que será nominado por el PRI.
La lucha del poder está llegando a su segunda batalla con el temprano enfrentamiento entre Manolo y la nomenclatura coahuilense. Debe saber el gobernador que en política los personajes jóvenes tienen como práctica lucirse a Torreón, luz del sol, y los reflectores y en su ejercicio este termina quemándolos y que los políticos siniestros, se mueven en las sombras, en las tinieblas y terminan ganando la batalla, porque no se exponen. No es ley, pero sucede.