¿Qué tienen que ver con la realidad de Coahuila, la segunda vuelta electoral (bateada por el PRI y aliados, en el senado está semana que concluye), y el Gobierno de Coalición?
Mucho que ver. Frente al fraude electoral y a la elección de estado en Coahuila, las peticiones elevadas por la ANULACIÓN DE LA ELECCIÓN, se generalizan. De ser positiva la anulación y se convoque a una nueva elección, la situación no será ya la misma. En alguna medida, la sociedad quedó polarizada (en argucia chapucera, compitieron 15 partidos y 7 candidatos buscaron la gubernatura).
La otra elección (“segunda vuelta electoral”), no se repetirá de la misma forma. El PRI, seguramente repetirá candidato en el delfín Viggiano-Moreira (Miguel Riquelme) y seguirá con sus mismos aliados (los partidos de siempre Verde y Panal y la morralla que reviviría). El PAN-UDC, ha dicho que repetirá candidato en Guillermo Anaya, pero ahora “se unirán con los 4 candidatos del Frente por la Dignidad (Guerrero, Guadiana, Pérez y Salinas).
EL IEC y su padrastro el INE (el padre es el que paga, el gobierno estatal) ya no podrán tener la manga tan ancha. Esta será una de las jornadas más observadas de la historia. Y si el IEC (presidente y consejeros) ya no sirven al PRI-Gobierno de manera definitiva, las cosas entonces serán otras. Ya las “leyendas urbanas” como dice cínicamente la señora Gabriela De León, no tendrán cabida. Los cuidadores del tesoro social (los paquetes y la información electoral) ya no serán los policías de Moreira. Será ahora el Ejército Mexicano quien custodie paquetes y personas, y quien resguarde (en sus instalaciones) el material, antes y después de la jornada.
La RAE define al Gobierno de coalición como: “La unión transitoria de personas, grupos políticos o países con un interés determinado”. Pero ¿qué es, que significa esta figura, esta realidad político-administrativa, funcional?
“Un gobierno de coalición es aquel que se forma cuando un grupo parlamentario no tiene mayoría suficiente como para formar gobierno, por lo que se ve obligado a pactar con otro grupo, normalmente de ideología política afín, para formar un gobierno conjunto. En los sistemas presidencialistas, mayoritarios en América, el jefe del gobierno es electo por votación popular y puede ejercer independientemente del partido que tenga mayoría. ¡Formar un gobierno de coalición; negociar con otras fuerzas la creación de un gabinete de gobierno que contenga miembros de todos los partidos del acuerdo!”.
El Artículo 89 constitucional, que se refiere a las facultades y obligaciones del Presidente de la República, indica en su Fracción XVII: “(El Presidente puede) En cualquier momento, optar por un gobierno de coalición con uno o varios de los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión.
En Coahuila no se necesita hacer ley el gobierno de Coalición para implantarlo de manera orgánica. Se trata de que, a partir de la NUEVA ELECCIÓN, el gobierno ya no sea único y personal. Que nunca más permitamos que haya dueños del gobierno y dueños temporales de los partidos políticos. Luego, se siente reyes, son dictadores en forma y fondo, y toman todo por la fuerza (almas y patrimonios, tesoros y elecciones) creyéndolos suyos.
¡La locura temporal (de estos iluminados) se torna rápido en una demencia del poder senil (cual moreirato)!
Lecciones importantes que nos deja la jornada del 4 de junio: El enemigo común está identificado (es quien representa la impunidad, la corrupción, la criminalidad institucionalizada). La sociedad debe estar unida y presentarse en un frente sólido y leal al interés del estado. Los comicios deben estar lejos del largo brazo del gobierno. El gobierno no es buen cuidador ni garante de legalidad. Los órganos electorales deben ser verificados y estar vigilados.
Una vez electo el nuevo gobierno, la COALICIÓN HECHA GOBIERNO, con el reparto equitativo de posiciones, es la única vía útil… (como el voto útil lo es).
Es largo el camino para restaurar la democracia de regreso en Coahuila. Volver a creer en el árbitro, llevará años. El daño está hecho.
¡Coahuila para los coahuilenses!