Greenpeace México alertó sobre los graves impactos ambientales que generaría el megaproyecto de infraestructura turística que Grupo Xcaret planea desarrollar en Yucatán.
La organización presentó el 19 de julio pasado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una serie de comentarios y alertas respecto a la Manifestación de Impacto Ambiental de un megaproyecto de infraestructura turística en Santa Elena, Yucatán.
Explicó que el proyecto prevé la construcción de nueve hoteles de 18 pisos cada uno, con una capacidad máxima de 16,200 huéspedes, una cifra que cuadruplica la población actual de Santa Elena, cercana a la Zona Arqueológica de Uxmal.
Greenpeace señaló que el proyecto se ubicará dentro de la zona de influencia del Área Natural Protegida “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”.
Además de los hoteles, el plan incluye el desarrollo de macrolotes para más proyectos turísticos y espacios residenciales, lo cual incrementará los impactos ambientales a lo largo de los años, asegura.
La organización recordó que este no es el primer proyecto de Grupo Xcaret en Yucatán; el parque Xibalbá en Valladolid fue clausurado en 2022 por la Profepa debido a su impacto negativo en los cenotes y ríos subterráneos.
“Un proyecto de esta magnitud significa la deforestación de casi 160 hectáreas”, indicó Greenpeace, lo cual implicaría la tala de alrededor de 165,000 árboles.
Para construir el megaproyecto, se excavaría hasta 36 metros de profundidad, introduciendo elementos artificiales como cascadas y ríos, ajenos al entorno natural de la región.
Asimismo, explicó que los requerimientos de agua del proyecto alcanzarían un volumen de 6,500 m³ diarios, superando 22 veces el volumen anual concesionado para uso urbano en Santa Elena. La organización subrayó que, en contraste, solo la mitad de la población local tiene acceso al agua potable, según el censo del INEGI de 2020.
Greenpeace también advirtió sobre la presencia de especies de aves sujetas a protección especial en el área del proyecto, como el pavo ocelado, el búho virginiano, el loro de frente blanca y el loro yucateco.
“Lejos de proponer una verdadera prevención para evitar desplazar a las aves con el proyecto, la empresa se limita a realizar ‘actividades de ahuyamiento, rescate y desmonte gradual’”, criticó la organización.
La organización defensora del medio ambiente rechazó enérgicamente el proyecto: “Greenpeace dice NO a la urbanización de la Selva Maya, el pulmón verde mexicano”.
Enfatizó que es incompatible con una política que busque la preservación y conservación de zonas de valor ambiental, especialmente en el contexto de la crisis climática.
Por ello, Greenpeace exhortó a la Semarant a negar la autorización del cambio de suelo solicitado por Grupo Xcaret, advirtiendo que, a mediano y largo plazo, la urbanización y especulación inmobiliaria resultantes causarían grandes afectaciones a la cultura y biodiversidad de la selva maya.
Hizo un llamado a la Semarnat para fortalecer y ampliar los polígonos de protección en reservas y Áreas Naturales Protegidas, en colaboración con las autoridades ambientales y las comunidades locales de Yucatán, con el objetivo de asegurar la preservación de la Reserva Estatal Biocultural El Puuc.