La actuales divisiones sociales en México (que no las históricas, de génesis diversa) son producidas en una gran medida por una estrategia del gobierno federal 4T y esto es criminal, porque quién apuesta a un pueblo fragmentado para controlarlo, es un desalmado.
Bien dicen que hay que tener cuidado con lo que deseas. Las divisiones fomentadas, por más que se manden en misiles direccionados (ahí te hablan Jalisco), no siempre pegan en los sitios deseados. Vean si no, como MORENA en Coahuila es un ejemplo extremo del secesionismo, de traiciones y de la contaminación externa que gana terreno (la de Moreira).
Pero no hay casualidades en política, el arribo a MORENA de gente tan lejana a la izquierda como Armando Guadiana Tijerina, de gente tan revolcada en líos y cuestionamientos conductuales y financieros, iniciaron la división interna en MORENA, como en el partido estatal.
Estos arreglos charros de López Obrador para llegar a poder buscado por 18 años de incesante campaña, que acercaron a la campaña presidencial a cuanto líder o adinerado conviniera (sea de donde sea, sea como sea), formaron una capirotada ideológica y moral.
Hoy, en MORENA, pagan el caro precio del arribismo consentido, ese que cobra sus aportaciones y enseña las enaguas de la 4T, con evidentes casos de corrupción desde el gobierno federal. Hay que decirlo, otros que sí son de izquierda y que sí son del equipo original, también quieren queso y están yendo por él.
¡Apelas a las divisiones para controlar y hoy las padeces para descontrolarte!
Selecciones y elecciones
La justa electoral prevista para el 7 de junio pasado, en Coahuila e Hidalgo, fue diferida para mejores tiempos de salud y economía. El COVID-19 ha detenido todo, aun aquello que el cinismo del PRI, aferra en el desdibujado horizonte.
Coahuila renovará el Congreso y en Hidalgo elegirán a los alcaldes ¿Cuándo?, eso no se sabe.
Los del PRI-Coahuila y su doblegado y cooptado IEC, empujan para que sea lo más pronto posible, tanto como en agosto, pero los opositores no ven claro que la gente se exponga cuando es el propio López Gatell quien dice que será hasta octubre cuando el pico alto del virus se manifieste en México.
En tanto, los que se suponían encargados de MORENA en Coahuila, Armando Santana y Reyes Flores, consienten la irrupción de Humberto Moreira Valdés y el golpe de dirigencia que derroca a Céspedes Casas y empodera a Hortensia Sánchez Galván, hermana de la derrocada Miroslava (salen del control partidario los verdaderos morenistas de AMLO y llegan los arribistas de Moreira y Ramírez Cuellar).
¿Ahora entienden como MORENA-Coahuila se debilita; como la quiebran, la parten, la arrebatan del control del régimen y todo solapado desde el CEN y todo visto de reojo por Guadiana y Reyes, que así ven porque están de espaldas?
La sucesión
Los encargados también están encontrados. Armando resiente la traición de Reyes y sus sobrinos Hurtado, (lo escribí aquí, en las dos pasadas entregas de esta descalificada saga de 3). Esa escaramuza también debilita las aspiraciones de ambos, calientes y distantes y fulminan a la dinamitada MORENA local. Se fueron a comer la birria de La Aurora (Armando y Reyes), cuando los golpes mediáticos bien ganados y de todos los puntos cardinales, les chipotearon la cara política y el cuerpo electoral y en un intento macuache de aparentar armonía comiéndose la birria juntos. Panzas bandolas enfundados en apretadas guayaberas que gritaban por una talla más grande, posaban para la foto del falso secre Alberto Hurtado, allá en el sorprendido Valdés Sánchez (hasta el insigne doctor don Jesús, arteaguense y exgobernador, con nombre de boulevard, seguro se removía en su tumba ante tanta simulación).
En tanto, MORENA muere en Coahuila y ya no es lo mismo colgarse de la imagen de AMLO, debilitada a querer y no, por el simple desgaste por el ejercicio del poder, por los yerros y las disparatadas actitudes y declaraciones. Fenecidas las aspiraciones de Guadiana y Reyes ¿Quién entonces puede desde ahora ser un emergente líder que una en MORENA y se erija en carta para la sucesión: Javier Guerrero, Claudio Bres, Lenin Pérez (importado de UDC, en alianza), Luis Fernando Salazar (destapado por un señor Polendo), José Ángel Pérez, algún morenista y amlista de cepa que subsista?… Ya no se me ocurren más, y son ocurrencias mías.
El PRI-Coahuila, (dirigido por Rubén Moreira, manipulado por Humberto Moreira y representado por Miguel Riquelme), hecho gobierno, espurio pero gobierno, enfrentó titubeante y torpe la pandemia ignorada de inicio. Pero luego, ya reconvenido Riquelme por sus patrones, la fue capitalizando mediáticamente para fortalecer al repudiado PRI que boqueaba aun en Saltillo y para golpear a la oposición (pregunten al alcalde de Torreón, Jorge Zermeño). Es por eso que les urgen las elecciones locales ahora y no en el 2021 (que importa al PRI, a Moreira y a su títere que la gente muera o se enferme)… ¿Y si la elección local se empata con la federal y el PRI ya no puede capitalizar la sobreexposición Covid con dinero público, qué espera al PRI y a quienes en ese triunfo o derrota escribirían su futuro?
El PAN puede ser la sorpresa en las elecciones locales de Coahuila, pero ¿y si ya pactaron de nuevo con el PRI y tiran por la borda la oportunidad de oro que han estado buscando (una oportunidad electoral coyuntural, no creada por ellos sino dada gratuitamente por la realidad política)? Uff, qué terrible sería el declive de la oposición azul, por méritos propios. Puede pensar Chuy De León que como quiera es solo la renovación del Congreso local y luego vendrá la gubernatura, pero más equivocado no podría estar, porque quien gane el Congreso, quien sume fuerza y votos en la contienda local, ganará en hándicap para lo que sigue y además, evitara que el PRI se proteja en las cuentas públicas y con las leyes aviesas.
Para todos, para los partidos y sus dueños, ganar el Congreso de Coahuila significa un salto cuántico (político y electoral), uno que los encamine o aleje de la gubernatura y el control mayor… ¡De más Moreira o de la alternancia!
PD. Otra saga se escribe, por este incipiente escribidor… “Los acuerdos oscuros del poder en Coahuila“.