Un tipo especial, un hombre justo, un amigo leal. Así conocí a don Abelardo González Valerio. Y… señores, fue un privilegio.
Fácilmente te acompañabas de su amistad, era una persona generosa y honesta. Sin dobleces, sin medias tintas, sin esperar a cambio nada.
No era afecto a dar molestias, mejor se apartaba y dejaba el campo libre. No tenía concurso ni consigo mismo. Llamar la atención o quedar bien socialmente, no fueron temas de su importancia. Y aun así, fue respetado y muy querido por mucha gente.
Todo a su ritmo. Pausado y cierto.
Las nuevas generaciones habrán de hurgar en la historia cuando quieran conocer Saltillo, hasta saber quién fue Abelardo González y entender que difícilmente te topas en la vida, a dos personajes cómo él.
Descansa en paz, estimado amigo. ¡Hasta pronto compadre!
Estimado Sr. Adrian soy Rodrigo Bueno sobrino de Abelardo le agradezco mucho su columna y no hay mejor forma de descripción de mi tio Lalo a la que usted dio, ,Sencillo, sin prejuicios, amante de la naturaleza y aun mas de saber gozar la vida y las cosas sencillas de la vida. !!!!!! hasta pronto Tío !!!!!!