En el país hay apenas 5% de las electrolineras que tiene la Unión Americana por falta de infraestructura.
Los planes de electrificación del portafolio de varias armadoras automotrices representan un riesgo para México que se encuentra rezagado en la producción de este tipo de unidades, debido a que no existen inversiones importantes en la infraestructura de carga y el gobierno no tiene planes inmediatos para incentivar la venta de estas unidades, a diferencia de los que ocurre en Estados Unidos, reconocieron fuentes del sector.
Los altos ejecutivos de las automotrices son conscientes de que la transición del motor de combustión interna a baterías no será ordenada y que la situación podría ponerse muy fea para México, una vez que Estados Unidos refuerce su apuesta por los vehículos eléctricos producidos localmente.
“Nosotros somos uno de los principales impulsores de que esta tecnología se incorpore en México y lamentablemente falta mucho por hacer. No hemos visto políticas públicas sólidas como se han visto en otros países para que este mercado, pues obviamente tenga un boost importante”, aseveró Jorge Vallejo, presidente y CEO de Mitsubishi Motors de México.
Añadió que a diferencia de otras naciones donde se ha invertido para desarrollar la infraestructura para la carga de los vehículos de baterías y su producción, en México no se ha avanzado en este tema. “Todavía falta mucho por hacer sin lugar a dudas. Hacemos votos, por supuesto, para que lleguen más y más y más inversiones, y las nuevas tecnologías lleguen a México. Van a llegar sin lugar a dudas, van a seguir llegando, pero desfasadas de otras regiones del mundo”.
Explicó que la meta de Mitsubishi Motors es que el 50 por ciento de su portafolio de ventas para 2030 sea eléctrico.
“Estamos haciendo compromisos de aquí a siete u ocho años y bueno, los países también los han adquirido y tenemos que trabajar conjuntamente para que se lleguen a esos números”, dijo.
Por su parte, José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), destacó en entrevista con El Financiero que si bien la venta de unidades de batería se ha ido incrementando, la cifra sigue siendo muy baja respecto a los vehículos de gasolina que se venden en México.
“Es importante incentivar la compra de vehículos de este tipo, puesto que son vehículos que apenas comienzan su proceso de fabricación y venta en el mundo (…) obviamente tienen precios más altos puesto que los volúmenes todavía no son lo suficientemente grandes para poder lograr una reducción importante de los precios de fabricación”.
En el mismo sentido, Gerardo Gómez, director general de la consultora J.D. Power, comentó que en México no existe una demanda importante de vehículos eléctricos debido a que no hay incentivos económicos a su venta.
Agregó que los incentivos de Estados Unidos a los vehículos eléctricos fabricados en la Unión Americana podrían desmotivar a las armadoras en México para producir vehículos de este tipo en el país y exportarlos.
“El costo promedio del vehículo en México es de 330 mil pesos, cuando el vehículo eléctrico puede costar tres veces eso. Entonces realmente los vehículos eléctricos están aquí más para generar imagen de marca más que para generar volumen”.
Actualmente se estima que existen 2 mil 100 puntos de carga de vehículos eléctricos en México, mientras que Estados Unidos tiene alrededor de 42 mil 500 puntos de carga.
Sara Silva de JAC afirmó que 2021 fue un año bueno para la comercialización de sus autos eléctricos con más de 500 vehículos eléctricos vendidos. Actualmente ofrecen seis modelos eléctricos en el país, todos ellos ensamblados en la planta de Sahagún, Hidalgo.
“A nivel global de enero a noviembre se han comercializado 34 mil 754 unidades y solo en noviembre, el mes pasado, tenemos más de 15 mil pedidos, solamente en noviembre y hablando de JAC Global. De esos 15 mil, ya son más de 7 mil 500 las personas que tienen su JAC eléctrico en esos meses”, afirmó.
General Motors anunció una inversión de más de mil millones de dólares para expandir su planta en Ramos Arizpe, Coahuila y comenzar la fabricación de vehículos eléctricos de la marca en 2023.
Sin embargo, en la convención anual del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el presidente y director general de General Motors, José Francisco Garza Rodríguez, advirtió que podría no realizarse si no existe un marco estructural enfocado a la producción de energías renovables en el país.
“Estamos trabajando muy de cerca y alzando la voz. No somos la única automotriz que tiene metas de cero emisiones. Lo vamos a cumplir, y si las condiciones no están en la mesa, creo que México no será un destino de inversión en el corto y mediano plazo”, comentó Garza Rodríguez.
Armadoras que han mostrado interés en el país para la fabricación de vehículos ‘verdes’ son Foxconn Technology Group, como parte del plan de Apple de su expansión, al igual que la alemana e.Go que buscan construir una planta en Monterrey para los mismos fines.
EF