Como era de esperarse y ante los resultados de la encuesta de Morena que situaron al más amigo del moreirismo como precandidato a gobernar Coahuila y cuando apenas la pandilla saqueadora del estado se frotaba las manos, casi asegurando el triunfo del cachorro del moreirato, aparece un nuevo contendiente que rompe la ecuación de esta elección 2023, en el penúltimo bastión del priismo.
Mejía Berdeja, después de cubrir el protocolo de la desincorporación de las tareas de seguridad nacional es presentado como candidato del Partido del Trabajo y según dicen, en palacio rosa, el castillo de Monterreal y la casona de sierra nevada hubo caras largas y rostros desencajados.
Luego de negociar en el centro una elección papita contra Guadiana y sus múltiples intereses comune$ ya habían empezado a repartirse las posiciones del gabinete y las diputaciones locales y después del viernes pasado, atrás los filders y a empezar de nuevo.
Y es que después de 17 años de exilio político le bastaron a Mejía solo 4 meses para posicionarse solamente unos 2 puntos porcentuales al parejo de Manolo y eso había pegado duro en el orgullo del dueño de los bats y las pelotas en la política aldeana.
Luego de perder Hidalgo, no se valdría que viniera un personaje de morena a arrebatar lo que 17 años de saqueos y marrullerías habían generado, a un patrimonio familiar que no se lo acaban al menos 4 generaciones del apellido.
Ranchos en todo Coahuila, casas en las principales ciudades incluyendo San Antonio y la Isla del padre (lástima que el hermano grande y el que le sigue no puedan poner un pie en USA, porque si lo hacen a la cárcel con todo y chivas) cuentas bancarias millonarias y dinero guardadito por prestanombres y sus viudas están en peligro con la sola presencia de Mejía en la lid política del estado, cuantimás si empieza a avanzar.
De esa forma se cierra la contienda ya con 4 candidatos con partido: Manolo por PRIAN-PRD, Guadiana por Morena, Mejía por el PT y Lenin por la UDC y PVEM agregándose 3 independientes, que andan batallando por las firmas, en un ejercicio ridículo ya que les piden más firmas que las logradas en votación por el PRD en el 2017. Así las cosas y ya éramos muchos y parió la abuela, como dicen, válgame dios.
Como se hacía referencia de las casas encuestadoras, en tan solo dos días de haberse cerrado el registro de precandidaturas, la encuesta Massive Caller colocaba a Manolo con 34 puntos, seguido de Guadiana con 28, Mejía con 19 y Lenin con 3% de las preferencias, esto es no solamente un acomodo de fuerzas, sino el indicativo que Mejía viene arrebatándole votos parejos al PRI y Morena y su estrategia está muy clara.
La alianza del PAN y el PRI dicen, solamente fue en el papel y para la foto, los rostros del panismo lucían una risa fingida y más bien ordenada por su comité central, enemigos acérrimos de hace un año, hoy comparten el plato de frijoles con gorgojos de ofrece el gobierno de Coahuila y su precaria situación provocada y todavía falta la repartición de curules y ahí es donde.
Gente disgustada con el PRI y con el PAN se refugiara en la esperanza de un verdadero cambio que ofrece el lagunero y no solo en el discurso que denuncia las tropelías de un moreirato en verdadero despeñamiento, sino que en la práctica ya lo demostró con los triunfos de la disidencia en las secciones 35 y 38 del SNTE y la elección del rector de la Narro, serios descalabros para el clan del latrocinio que ya veremos fuera del estado por allá de noviembre del presente año.
Siendo que el PAN no es un partido de militantes sino de simpatizantes, estos son muy relativos a la hora de la elección y oiga usted imagínese a uno de ellos cuando vea que la boleta tenga las siglas del PRI y el significado de la lucha opositora que por más de 80 años han enfrentado a esas fracciones. Que recuerde, por breves segundos, el significado de la lucha electoral que los mantuvo a solo 3 puntos porcentuales del gobierno en 2017 y que a estas alturas sean tratados como trapo de cocina con olor a choquía y en suma relegados. Haya cosa.
De pronóstico reservado y sujeto a la inteligencia que sea generada por los cuartos de guerra de la coalición de la vergüenza por un lado y del equipo del PT, será definida la elección de 2023. La joya de la corona será más que defendida con garras y dientes y muy filosos por la actual administración y el grupo político sin escrúpulos, ni mucho menos límites que se apoderó de Coahuila hace 3 lustros y que pretende hacerlo por 24 años si los coahuilenses nos dejamos hechizar.
Para finalizar, ya ni la burla perdona Rubén “N” (citado así como los sospechosos de robo y crimen) cuando a la pregunta de los reporteros sobre si en Coahuila existía un moreirato, este contestó: ”MIREN, ¿Por qué lo hace?, para que lo saquen ustedes de los medios, pero él no está en sus cinco (Mejía), se los digo en buen plan.
Y mire pero tonto que es uno y yo que pensaba que el moreirato era comprobable por el hecho de que: primero fue gobernador un hermano y luego el otro, que nominaron en las instituciones a puros amigos y achichinques (bueno hasta por el que llevaba las gorditas de la campana a la sep.); el mismo que nombró sucesor a un gerente que atiende los negocios, que tenían a un hermano dominando el SNTE, a otro en el movimiento territorial, a otro de diputado, que nombraron magistrados por 15 años a abogados que nunca han llevado un juicio, que impusieron diputados para seguir sus trapacerías como las renegociaciones de la eterna deuda. Pero tonto que es uno, eso no es moreirato.
Nacer en esta tierra implica un compromiso revolucionario que levantó al pueblo mexicano en dos etapas de un movimiento trascendente. Es tiempo ya de ser insumisos y la fórmula es sencilla: sufragio efectivo- no reelección.