Don Lorenzo Burciaga Saucedo dejó un legado imposible de igualar. Un hombre de convicciones firmes, de la vieja cepa, un panista irrepetible y un padre amoroso, de corazón noble cuya cosecha supera por mucho la semilla que sembró durante 92 años de existencia.
El sábado dejó de existir, pero sus enseñanzas fueron muchas, no sólo para sus hijos y familiares, sino para aquellos panistas que lo apreciaron y sobre todo que lo respetaron.
Para la familia Burciaga Dávila, la partida de don Lorenzo ha sido triste, pero sus recuerdos y enseñanzas vivirán por siempre.
“Nos dejó un legado de honestidad, de fe, de trabajo y de lucha por el bien común”, afirmó su hijo José Alejandro.
Don Lorenzo nació en Saltillo, en el año 1931 y desde muy joven se afilió al Partido Acción Nacional, trinchera política desde donde se ganó el respeto no sólo de los militantes, sino el de miembros de la oposición e incluso de personas de otros estados del país.
“Políticos como él ya no hay, el PAN lo cobijó y papá también cobijó al PAN. Sembró bases para la democracia en Coahuila. En su juventud era difícil luchar contra el sistema y él sufrió atentados, amenazas o intentos de soborno del gobierno que nunca aceptó”, señaló.
Para su hermano, Baltazar, don Lorenzo fue un hombre de firmes convicciones, desde pequeño siempre pensando en ayudar a los demás sin esperar un beneficio a cambio, en especial si ese favor implicaba algún abuso de autoridad.
“Ha sido un importante ejemplo de hermano, nos deja muchos recuerdos, satisfacciones y estamos recordando muchas experiencias que vivimos con él”, señaló.
“Mi papá es para mí un orgullo, a dónde quiera que fuésemos la gente se acercaba a saludarlo. Le doy gracias a Dios por todo lo que nos regaló a través de mi papá”, indicó su hija Hilda Cecilia.
“Me duele en el alma que se me haya ido, pero tenemos un orgullo muy grande porque en este momento nos damos cuenta cuánta gente lo admiraba y lo respetaba, aunque fuera de la oposición, siempre hubo quien lo reconociera”.
Para su hija Sara Sofía, el bien común y servir a los demás siempre fue la bandera de lucha de don Lorenzo, incluso al grado de anteponer asuntos personales y familiares para ayudar a los demás.
Fue un apasionado de la política que le dio muchas satisfacciones, pero también sinsabores, sin embargo él seguía adelante con la finalidad de luchar por una patria ordenada y generosa.
“Nos enseñó a que buscáramos que la justicia siempre imperara, sin hacer distingo entre unos y otros. Nos enseñó a ser aguerridos, hay muchos ejemplos de vida que nos dio”.
Don Lorenzo Burciaga fue despedido ayer en una funeraria del norte de la ciudad y hoy el Partido Acción Nacional le rendirá un homenaje. Después se realizará una misa y su despedida final en el cementerio.
Rinde PAN homenaje a Don Lorenzo
Don Lorenzo Burciaga, uno de los panistas más respetados del estado, fue despedido por la militancia de Acción Nacional con un homenaje en el que destacaron su trayectoria política, sobre todo en épocas dónde ser oposición podía costar hasta la vida.
Casi a mediodía, la carroza con los restos de don Lorenzo llegó al Comité Municipal del PAN en la calle Aldama dónde todos aquellos panistas que compartieron con él su experiencia y anécdotas le dieron el último adiós y recordaron su legado.
Se formó una valla por la calle Aldama hasta la sede municipal en la que los panistas ondearon las banderas de su partido para recibir a uno de sus más célebres militantes.
“Don Lorenzo Burciaga es un panista que ha trascendido y va a seguir trascendiendo. Fue un panista de la primera ola, de cuando era prácticamente un acto de heroicidad ser oposición y no tenía más armas que su corazón y sus convicciones”, expresó Esther Quintana Salinas.
“El quería un poder que le sirviera a los demás y como no tenía ese apetito de servirse del poder fue un hombre absolutamente libre y cuando se tiene ese tipo de libertad se pueden hacer cosas extraordinarias”, agregó la ex dirigente estatal del PAN.
Durante el homenaje se habló de la vida personal de don Lorenzo, su familia, estudios y pasiones, pero sobre todo del trabajo que desde su juventud fue forjando una trayectoria intachable en su partido y que lo llevó a ser un ícono del PAN no sólo en Saltillo y Coahuila, sino en otras entidades donde también libró batallas a favor de la democracia.
Por su parte, Elisa Maldonado, dirigente estatal del PAN destacó que para fundar un partido de oposición en Coahuila se necesitó a un hombre de grandes atributos, de mucha valentía, soñador, visionario y que quisiera llevar a la práctica la democracia como una verdadera forma de gobierno, y esa persona fue don Lorenzo Burciaga.
“Siempre era un duro crítico no nada más hacia el exterior. Era duro y claro con lo propio y con lo ajeno. El hecho de que los panistas estemos hoy aquí es gracias a él”, expresó.
Al término del homenaje se celebró una misa en el Santuario de Guadalupe y posteriormente sus restos fueron depositados en el Panteón Santo Cristo.