El petróleo está viviendo hoy uno de sus peores días en la historia ante el temor de que el mundo se está quedando rápidamente sin espacio para almacenar crudo después de que los recortes de producción resultaran insuficientes para contrarrestar la caída de la demanda.
Los futuros en Nueva York están cayendo más de un 90% para situarse a menos de US$2 por barril después de perder casi una quinta parte de su valor la semana pasada, debido a que el acuerdo de la OPEP+ y otros productores no lograron contrarrestar el impacto en la demanda de una economía global paralizada. No obstante, el contrato actual de mayo expira el martes, mientras que los futuros más activos para junio caían en aproximadamente una tercera parte, con más de cinco veces el volumen de negociación. Las caídas del crudo Brent de referencia mundial son bastante más suaves.
Los precios de vencimiento próximo para el West Texas Intermediate, el referente de EE.UU., se negocian con grandes descuentos frente a contratos con fecha posterior por temor a que el centro de almacenamiento de Cushing, Oklahoma, se llene a su capacidad máxima. Ello ha provocado un desligamiento de los precios de los futuros del Brent en Londres. Los compradores en Texas están ofreciendo tan solo US$2 por barril para algunos crudos, lo que aumenta la posibilidad de que los productores estadounidenses pronto tengan que pagar a los clientes para que se lleven el petróleo.
Los recortes de producción de 9,7 millones de barriles diarios acordados por la OPEP+ palidecen en contraste con este telón de fondo. China informó de la primera contracción económica en décadas el viernes, una indicación de lo que vendrá en otras economías importantes que aún mantienen las medidas de aislamiento debido al coronavirus. No obstante, hubo algunas señales de optimismo ya que las tasas de mortalidad disminuyeron en Nueva York y en algunos de los países europeos más afectados.
“Los precios actuales muestran que (el impacto de) los recortes de la OPEP+ fueron temporales, con los precios del petróleo a merced del virus una vez más”, dijo Vandana Hari, fundadora de Vanda Insights en Singapur.
“Mientras que no nos acerquemos a un levantamiento de las restricciones en EE.UU., el petróleo podría bajar o mantenerse dentro de los niveles actuales”.
Impacto global en toda la industria petrolífera
Las reservas brutas en Cushing han aumentado un 48% a casi 55 millones de barriles desde finales de febrero, según muestran los datos de la Administración de Información de Energía. El centro tenía una capacidad de almacenamiento operativa de 76 millones al 30 de septiembre, según la AIE. La preocupación a que las instalaciones de almacenamiento en EE.UU. se llenen al máximo de su capacidad sigue aumentando, dijo Australia & New Zealand Banking Group Ltd. en un comentario.
El colapso de los precios está repercutiendo en toda la industria del petróleo. Los exploradores de crudo cerraron el 13% de la flota de perforación de Estados Unidos la semana pasada debido a que la creciente saturación mundial de crudo provocó una drástica caída de los costos y cancelaciones de proyectos entre los perforadores.
“El recorte de la producción que hemos visto, o se supone que veremos venir, no es suficiente para cubrir los 25 millones a 30 millones de barriles de demanda diaria que la Covid-19 está destruyendo”, dijo David Lennox, analista de recursos de Fat Prophets en Sídney.
“Tenemos que ver un pico de la Covid-19 a nivel mundial para tener una idea más clara de cuánta demanda se destruirá”.
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