Hunter Biden, el hijo del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se declaró culpable la mañana de este martes de tres cargos federales, según informó este martes el Departamento de Justicia.
Según informó CNN, el acuerdo de declaración de culpabilidad tendrá repercusiones inmediatas en las elecciones presidenciales de 2024.
Hunter Biden se declarará culpable de cargos menores en temas de impuestos y espera alcanzar un acuerdo con los fiscales por el cargo más grave de posesión ilegal de armas como consumidor de drogas.
Esto es parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia. Por su parte, la Casa Blanca emitió una declaración sobre el presidente y la primera dama, diciendo que ambosaman y apoyan a su hijo.
“El presidente y la primera dama aman a su hijo y lo apoyan mientras continúa reconstruyendo su vida. No tendremos más comentarios”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ian Sams, en un comunicado.
Es un poco inusual resolver un caso penal federal al mismo tiempo que se presentan los cargos en el tribunal, aunque no es del todo inaudito.
De acuerdo al documento presentado el martes por el fiscal general de Delaware, David Weiss, ante una corte federal, Hunter Biden aceptó un acuerdo con la fiscalía para declararse culpable de dos cargos relacionados con los impuestos.
En virtud del acuerdo de culpabilidad, Hunter, de 53 años, admite no haber declarado al fisco los ingresos que recibió en 2017 y 2018, y no haber pagado por ellos, a cambio de que los fiscales recomienden la libertad condicional para él, con lo que podría evitar entrar en la cárcel.
El arreglo también incluye lo que en el argot judicial de EU se denomina “desvío previo al juicio” en lo que se refiere al cargo de posesión ilegal de un arma de fuego. Ese mecanismo sirve para esquivar un enjuiciamiento tradicional y que el acusado pase a un programa de supervisión comunitaria.
Si un juez federal acepta el acuerdo, esto podría suponer el fin de la investigación a Hunter Biden, que ha salpicado a su padre, Joe Biden, cuyos rivales políticos han utilizado estas pesquisas para arrojar dudas sobre los negocios del hijo en el extranjero y para describir a la familia de presidente como corrupta.
Esta investigación se abrió en 2018 durante el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021) y ha sido utilizada por los republicanos desde 2020 para atacar al presidente demócrata, al que acusan de no haber hecho ningún esfuerzo para llevar esta indagación hasta el final.