El potente huracán Ian, de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, con vientos de hasta 200 kilómetros por hora y rachas superiores, cruzó la isla de sur a norte durante la madruga del martes por un punto del extremo más occidental de la isla, en la provincia de Pinar de Río, provocando severos daños e inundaciones.
El ciclón tocó tierra a las 4:30 de la madrugada en la pequeña localidad de La Coloma y salió al mar a las 8 de la mañana por Puerto Esperanza, en el municipio de Viñales, donde a estas horas llueve intensamente y los vientos son muy fuertes. Su rumbo norte lo dirige a las costas de Florida, donde la alarma es máxima.
El extenso ojo del huracán, una zona de calma alrededor de la cual se encuentran los vientos más fuertes, pasó por la ciudad de Pinar de Río alrededor de las 6 de la mañana del martes, y la aparente quietud se mantuvo poco más de una hora. Antes y después vino el horror, que fue retratado así por el escritor pinareño Nelson Simón: “Estamos a oscuras. El ruido y las sacudidas de viento son infernales. Desde hace un rato ha dejado de llover. El viento es sostenido y de vez en cuando aumenta su intensidad. Es como si todo se zarandeara… Cuando el viento arrecia, uno cierra los ojos y aprieta los párpados como queriendo sujetar lo que nos rodea”. Un periodista de la ciudad lo describía de este modo: “Afuera ruge el viento, se siente volar cosas. No sabemos qué veremos cuando salgamos a la calle mañana”.
Pese a la salida de Ian de territorio cubano, el deterioro del tiempo en las provincias occidentales continuará durante todo el día, incluida la capital, donde por la mañana llovía y se registraban vientos con fuerza de tormenta tropical, con rachas que podrían superar los 70 kilómetros por hora. Los temores de que el huracán pudiera afectar de lleno La Habana, donde muchos edificios y casas se encuentran en mal estado, parecen haber pasado.
En las zonas afectadas, incluida la capital, se ha cortado el servicio eléctrico como medida preventiva, y miles de personas residentes en zonas bajas han sido evacuadas a lugares seguros. En Pinar del Río, más de 50.000 cubanos han sido trasladados a centros estatales o reubicados en casas de familiares y amigos.
Todavía es pronto para saber qué daños dejará Ian en Cuba. Las autoridades no han informado aún de las posibles pérdidas, pero hay reportes de afectaciones en la agricultura y en algunas áreas de cosecha de tabaco como San Juan y Martínez, en Pinar del Río, donde ha habido fuertes inundaciones, además de registrarse daños en viviendas y centros estatales, y muchos árboles y postes eléctricos caídos.
Los vientos con fuerza de huracán continuarán influyendo sobre Pinar del Río hasta la tarde del martes, mientras que los de tormenta tropical, más alejados del ojo del huracán, que estarán entre los 70 y 85 kilómetros por hora, influirán sobre Artemisa, Mayabeque y La Habana, persistiendo sobre la Isla de la Juventud hasta el final de la mañana. En todo el occidente del país se han cancelado las actividades docentes y se ha suspendido el transporte público, y se pide a la gente que no salga de sus hogares. No hay reportes de fallecidos o heridos.
El Instituto de Meteorología de Cuba ha dado cuenta de inundaciones severas en algunas zonas de Pinar del Río, especialmente en el Golfo de Guanahacabibes, y moderadas en otras provincias como Artemisa y Mayabeque. La alarma ciclónica se mantiene en todo el occidente de Cuba.
Ian es el cuarto huracán de esta temporada ciclónica y el primero que llega a territorio cubano este año. Por Pinar del Río han pasado en las últimas décadas destructores huracanes como el Gustav y el Ike.
El País