El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el miércoles que añadió al grupo NSO, fabricante del software de espionaje Pegasus, a su lista de empresas prohibidas por suponer una amenaza para la seguridad nacional, en una decisión que “consternó” a la empresa israelí.
NSO quedó expuesta este verano después de que investigaciones publicadas por un consorcio de 17 medios de comunicación internacionales revelaran que Pegasus supuestamente había permitido espiar los números de periodistas, políticos, activistas o líderes empresariales de varios países.
Los teléfonos infectados con Pegasus se convierten básicamente en aparatos de espionaje de bolsillo. Permiten al usuario leer los mensajes del afectado, mirar sus fotos, conocer su localización e incluso encender la cámara sin que lo sepa.
“Estas herramientas han permitido a gobiernos extranjeros aplicar represión transnacional, que es la práctica de gobiernos autoritarios para seguir a disidentes, periodistas y activistas fuera de sus fronteras para silenciar la disidencia”, dijo el Departamento de Comercio en un comunicado.
De su lado, la empresa manifestó el miércoles su sorpresa por la inclusión en la lista.
“El grupo NSO está consternado por la decisión” de Estados Unidos y “trabajará para garantizar que esta decisión se modifique”, dijo a la AFP en un mensaje un portavoz de la empresa con sede en las afueras de Tel Aviv, que asegura tener una “carta ética rigurosa basada en los valores estadounidenses“.
Washington también incluyó en la lista a la compañía israelí Candiru, al Computer Security Initiative Consultancy PTE (COSEINC) de Singapur y a la firma rusa Positive Technologies.
La adición de estas firmas implica restricciones para sus compras a proveedores estadounidenses. Y, por ejemplo, es ahora mucho más difícil para organizaciones estadounidenses venderles información o tecnología.