El miedo a la verdad es la peor característica de los hombres, nada horroriza a nuestra especie mas que reconocerse humana, que entender su falibilidad, sus debilidades y su natural predisposición al fracaso, al desacierto y a la perdida, el hombre que se siente hombre de facto se siente malo.
Pocos viven tranquilos siendo como son, en la política de todos los medios la simulación es la Reyna, el mas apreciado es el que mejor representa el papel mas discordante con su realidad, el inseguro tiene que aparentar aplomo y valentía, el cruel ternura y compasión; el control de los arrebatos y la sonrisa en los labios son la divisa del marrullero triunfador, quien mejor engaña se queda con todas las canicas, no es importante repartirlas y mucho menos conseguir mas, lo valioso es quedarse con todas y dejar a los demás sin nada, porque la nada es el opio del pobre, el desvalido otorga incontables loas por minutos de cobijo, el humillado entrega su aplauso por caricias, la simulación del grande garantiza el aprecio y la admiración del pequeño, el cínico es idolatrado, protegido y adorado; el poder mal habido causa una singular envidia en la prole y le mancha el alma al envidiado, pero le limpia el rostro ante la borrosa mirada del muerto de hambre, quien no puede hacerse de pan por causa de aquel al que aplaude, en cambio lo encumbra, lo sostiene y convalida.
¿Por qué sufren los encumbrados cuando los saca una infantiloide defensora de los indígenas en Periscope?
¿Qué de malo tiene que los zurdos y los derechos compartan la misma mesa y se note? ¿Cuándo tendremos claro que lo bueno no se esconde, que divertirse no es malo, que ocultar ó torcer son pecado y que negar tu realidad es sacrilegio?
¿Por qué causar una buena impresión es favorable? Y ¿Quién dice que lo que te hace parecer decente es mejor incluso que serlo?
¡Menuda realidad hemos creado! Lo falso es puro y lo real es malo, los mas bajos e insultantes espectáculos que muestran la banalidad del hombre y sus circunstancias incluso se llaman Reality Shows. ¿Como es posible que creamos en algo cuando nos empeñamos a sol y a sombre por esconder nuestra esencia, por engañar sin causa, por aparentar a conciencia? Sobre todo resulta escandalizante que se admire lo imitado, que se aprecie la mentira, y que se encumbre al despreciable.
Hoy recuerda que entre el blanco y el negro abundan millones de colores, que podemos vivir de espaldas pero al final estamos parados sobre la misma piedra. Si lo que haces te avergüenza no necesariamente es por malo, quizás te enseñaron que ser autentico es barato. Si por que te gusta lo haces, no por que se disfrutas es insano.
No te ocultes del innombrable porque también el es humano, pensar diferente es bueno, callarse o negarlo es malo. ¡Basta de secretos! Si lo sabe Dios, Cuéntalo.
¡Que Dios Nos Bendiga!
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