“¡India está en la Luna!”.
Con estas palabras el primer ministro indio, Narendra Modi, celebró que su país se convirtiera este miércoles en la primera nación en aterrizar una nave no tripulada cerca del polo sur del satélite natural de la Tierra.
La misión Chandrayaan-3 consiguió llevar un módulo, el cual contiene un vehículo guiado a control remoto que recorrerá esta inexplorada zona de la Luna, para buscar hielo a base de agua.
Este hito también convirtió a India en el cuarto país en lograr un aterrizaje suave en la Luna.
Nada más confirmarse el alunizaje, Modi se dirigió a la nación y aseguró que el hito conseguido por su país es prueba de que “el cielo no es el límite”.
“Todos podemos aspirar a ir a la Luna y más allá”, dijo el mandatario en una videoconferencia desde Sudáfrica, donde participa en la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
En similares términos se pronunció la presidenta del país, Droupadi Murmu, quien calificó el aterrizaje de Chandrayaan-3 como una “ocasión trascendental” que solo “ocurre una vez en la vida”.
“Nuestros científicos no sólo han hecho historia, sino que han rehecho la idea de geografía”, declaró.
La misión india se produjo días después de que Rusia fracasara en su intento por llegar a la misma zona al estrellarse su vehículo Luna-25.
Esta es la segunda operación de esta naturaleza lanzada por India. En 2019, la Organización de Investigaciones Espaciales de India (ISRO, por sus siglas en inglés) intentó colocar otro vehículo en el polo sur lunar, pero fracasó.
El polo sur de la Luna resulta especialmente prometedor en la búsqueda de agua congelada. ¿El motivo? La enorme zona está en sombra permanente y, por ello, los científicos creen que existe la posibilidad de que haya agua en esa área.
Hasta ahora Estados Unidos, la extinta Unión Soviética y China eran los únicos países que habían sido capaces de enviar naves y realizar aterrizajes suaves cerca del ecuador de la Luna. Sin embargo, ninguno de estos tres países había conseguido liderar misiones exitosas a su polo sur.
La Chandrayaan-3 es la tercera misión a la Luna de India y despegó el 14 de julio del centro espacial Sriharikota, en el sur del país.
El módulo de aterrizaje, llamado Vikram en honor al fundador de la ISRO, Vikram Sarabhai, llevaba en su interior el vehículo explorador terrestre de 26 kilogramos llamado Pragyaan, que significa sabiduría en sánscrito.
Antes del exitoso descenso, el orbitador estuvo mapeando extensamente la superficie lunar.
El módulo de aterrizaje y el vehículo explorador llevan cinco instrumentos que ayudarán a descubrir “las características físicas de la superficie de la Luna, la atmósfera cercana a la superficie y la actividad tectónica para estudiar lo que sucede debajo de la superficie”, explicaron las autoridades espaciales indias.
Un día en la Luna equivale a 28 días en la Tierra y esto significa que el módulo de aterrizaje y el explorador tendrán 14 días de luz solar para cargar sus baterías y poder operar. Sin embargo, una vez que caiga la noche, se descargarán y dejarán de funcionar.
En cuanto el Vikram tocó el suelo lunar la alegría estalló en el centro de control indio, un júbilo más que justificado, debido a que el descenso en esta zona es todo un reto.
La nave se posará en una zona “muy irregular, llena de cráteres y rocas”, explicaron previamente desde la ISRO a la BBC.
Por su parte, el jefe del organismo, Sreedhara Panicker Somanath, dijo que el aterrizaje exitoso “no es solo nuestro trabajo, sino que es el trabajo de una generación de científicos“.
El módulo de aterrizaje pasó de una posición horizontal de alta velocidad a una posición vertical, sin contratiempos. En esta fase fue donde falló el Chandrayaan-2 en 2019. El aparato perdió el control en los últimos minutos del descenso, lo que provocó un accidente.
Una vez en la superficie y luego de que el polvo se asentó, el vehículo explorador de seis ruedas salió del vientre del módulo.
De acuerdo con el plan de los científicos, la unidad tenía previsto deambular alrededor de las rocas y cráteres, recopilando datos e imágenes cruciales para enviarlos al módulo de aterrizaje, el cual a su vez los transmitirá al orbitador para que este los envíe a la Tierra.
Las ruedas del explorador tienen el logotipo y el emblema de ISRO grabados para que dejen huellas en el suelo lunar durante el paseo, le dijo un funcionario a la BBC.
El aterrizaje fue retrasmitido nacionalmente y el propio Modi lo siguió vía satélite desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
El hito es el punto cumbre de una carrera espacial iniciada en 1969 con la fundación de la ISRO.
En un principio la agencia tenía por misión diseñar y lanzar satélites con fines meteorológicos y de telecomunicaciones, aunque con el paso del tiempo fue ampliando sus objetivos.
En 2008, India inició su carrera a la Luna con el lanzamiento del Chandrayaan-1, que descubrió la presencia de moléculas de agua en la reseca superficie lunar y estableció que la Luna tiene atmósfera durante el día.
India no es el único país que tiene los ojos puestos en la Luna: existe un creciente interés mundial en ella, y muchas otras misiones se dirigen a la superficie lunar en un futuro próximo.
Y los científicos dicen que todavía queda mucho por entender sobre la Luna, que a menudo se describe como una puerta de entrada al espacio profundo.