En el Consejo de Seguridad de la ONU el canciller llamó a fortalecer los mecanismos de control entre empresas privadas y gobiernos.
El gobierno de México pidió a los integrantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC) implementar mejores mecanismos para combatir el tráfico ilegal de armas.
“El tráfico de armas es un fenómeno global que afecta gravemente y en múltiples dimensiones a la población civil: destruye el tejido social, propicia la violencia, en especial contra grupos vulnerables. Genera desplazamientos y flujos irregulares de personas que desean escapar de contextos de inseguridad”, expresó el canciller.
Ebrard reconoció que han sido muchos los esfuerzos desde las Naciones Unidas para combatir el mercado negro de las armas, como la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional y el Tratado sobre el Comercio de Armas, pero consideró que, hasta el momento, han resultado insuficientes.
“Debemos hacer más para disminuir el desvío y tráfico de armas y sus consecuencias negativas, en particular en países que se debaten con altos niveles de violencia criminal”, sostuvo el titular de la SRE.
Durante su discurso, resaltó la importancia del sector privado en este esfuerzo, a través de prácticas de autorregulación y de monitoreo de sus cadenas de distribución a fin de evitar el desvío y tráfico ilícito de las armas que producen y comercializan, así como asegurarse que las que fabrican bajo la ley, no lleguen a manos criminales.
“Diversas fuentes estiman que, cada día, alrededor de 500 personas pierden la vida y otras dos mil resultan heridas por disparo de arma de fuego en el mundo”, expresó el funcionario federal.
Una de las propuestas presentadas ante los integrantes del Consejo de Seguridad, es consolidar controles fronterizos efectivos e integrales, así como fomentar la coordinación entre autoridades de los distintos países por donde las armas transitan.
También se propuso la generación de bases estadísticas rigurosas y diagnósticos certeros sobre las dinámicas, rutas y tendencias del tráfico y desvío de armas en situaciones de conflicto armado y sobre sus consecuencias humanitarias.
Sobre las consecuencias del tráfico de armas, Ebrard destacó el impacto desproporcionado que tiene sobre las mujeres y niños, incluyendo la violencia sexual en los conflictos bélicos.
“Estamos frente a una oportunidad de demostrar a nuestras sociedades que somos capaces de redoblar esfuerzos hacia el desarrollo y la paz sostenibles como únicas prioridades para los Estados, mediante la prevención eficaz del desvío y el tráfico de armas, contribuyendo a la consecución de la meta 16.4 de la Agenda 2030”, insistió el canciller.
Aristegui Noticias