Las pedreras en Saltillo, Arteaga y Ramos Arizpe son de puros influyentes, constructores, enredados con políticos o hasta socios de algunos.
No contentos con ir mermando las sierras que son los adornos naturales de la Región Sureste y emblema de Coahuila, son las causantes de los sismos cada vez mas frecuentes en una zona donde no se sentían, una región donde no se tiene antecedente de fallas tectónicas, pero que por las dinamizaciones a las sierras, mueven el suelo y tiembla en muchos kilómetros a la redonda.
Primero hicieron un daño terrible a la sierra Zapalinamé. Luego fueron cambiadas por presión social a otros sitios mas ocultos.
Estamos en Saltillo a dos fuegos, dinamitan en Derramadero y dinamitan en Ramos Arizpe y Arteaga, al nororiente de la capital.
Los Rodríguez Berlanga de BEGASA, los Gutiérrez de CONTRISSA, los Salinas Valdés, y otros protegidos más, todos tienen pedreras y todos son ecocidas.
Ha trascendido que además, están irregulares 6 de las mas de diez que solo en esta región de Coahuila degradan la sierra y contamina el ambiente. Que la PROFEPA, la SEMARNAT y hasta la despistada PROPAEC, ya preparan: revisiones, denuncias y multas.
ColumnasDeMexico.com
LA NOTA
Tres pedreras de la Región Sureste cuentan con documentación completa mientras seis más se encuentran en proceso, luego de que el año pasado inició la regularización de estas empresas en todo el estado.
La Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Coahuila (Propaec) tiene abiertos alrededor de 32 procedimientos por falta de permisos o papelería necesaria de estas empresas, además como consecuencia de la pandemia quedó pendiente la realización de un estudio para medir el nivel de partículas emitidas por actividades de extracción pétrea.
“En el momento en que empezamos a todas les faltaba algún tipo de documento, ahorita a raíz del proceso y por la papelería que hemos recibido ya hay algunas empresas que están prácticamente al 100 por ciento, pero son alrededor de 9 empresas que se están regularizando en la Región Sureste”, explicó Javier de Jesús Rodríguez Mendoza, titular de la Propaec.
Detalló que “de esas nueve, se puede decir que tres ya presentaron su papelería final, faltan todavía seis”; y las más visibles se localizan en el Cañón de las Bayas, entre Ramos Arizpe y Arteaga.
Entre la documentación necesaria para que el funcionamiento de una pedrera, se encuentra el plan de manejo, manifiesto de impacto ambiental, cambios de uso de suelo, licencia de extracción, emisiones que lanzan a la atmósfera, entre otros.
El procurador Rodríguez Mendoza apuntó que a unas empresas carecían de un documento, mientras a otras les faltaba más papelería y estudios.
“Había algunas que no tenían nada, simplemente se pegaban al cerro y empezaron a escarbar; todas estas están en un proceso de regularización”, apuntó.
Las sanciones que podrían recibir las pedreras que incumplieron con estos requisitos van desde 5 mil pesos hasta los 4 millones de pesos, de acuerdo con la Ley de Procedimientos, que contempla la capacidad económica de la empresa, número de empleados, reincidencia del problema, nivel de avance de la extracción, entre otras situaciones.
Vanguardia