“Puede que seas capaz de engañar a los votantes, pero no a la atmósfera”.
– Donella Meadows.
Esta semana la Cámara de Senadores otorgó la Medalla Belisario Domínguez a la doctora Julia Carabias Lilo, bióloga, investigadora y docente de la UNAM, quien durante 40 años ha ejercido estos cargos.
La principal preocupación de Julia se ha orientado hacia la restauración ambiental, la conservación de los ecosistemas, las políticas públicas en ecología y el cambio climático, entre otros; temas sobre los que ha escrito numerosos textos científicos ha impartido conferencias y participado en programas de la ONU sobre desarrollo y sustentabilidad, además, durante la presidencia de Ernesto Zedillo, formó parte de su gabinete como Secretaria del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, igualmente, por su brillante desempeño en desarrollo ambiental ha recibido varios reconocimientos internacionales.
Recientemente Julia participo como ponente en el Coloquio Internacional: Los acosos a la Civilización, Muro contra Muro, en la FIL de la UdeG en el foro: Protección al medio ambiente frente al discurso anticientífico, analizó los elementos e intereses políticos que niegan el cambio climático y como ese discurso permea hacia la población, sobretodo la más pobre y con menor nivel educativo que requieren para vivir de la sobreexplotación de los recursos naturales, así como los grandes capitales nacionales e internacionales que obtienen altos beneficios de esas prácticas depredadoras y lucran con la pobreza de los mexicanos.
Carabias ha pagado con creces ser defensora del medio ambiente, en abril de 2014 fue secuestrada en Chiapas cuando realizaba trabajo de su área en la Selva Lacandona, sus captores la encadenaron como si fuera un animal, aunque fue liberada y éste no fue el único conflicto que Julia ha enfrentado en su carrera.
La Medalla Belisario Domínguez, el héroe civil médico, periodista y político nacido en Comitán, Chiapas que engrandeció a la Patria, es una presea que hasta ahora ha sido otorgada a 56 varones y 7 mujeres, la inequidad salta a la vista, según el Senado, hay muy pocas damas dignas de tal presea que es conferida a mujeres u hombres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente.
La valentía de Julia se evidenció de nuevo cuando en el Senado al recibir la Medalla, ante el Presidente Peña Nieto como testigo de honor enfatizó que no podía dejar de mencionar la polémica en torno a la Ley de Seguridad Pública Interna que se debate en esa Cámara y conminó a que se abra una deliberación pública profunda e incluyente en la que se reconozca la labor del Ejército mexicano, que se reconstruya la seguridad, se revierta la espiral de violencia y se impulsen alternativas que fortalezcan la seguridad pública, el estado de derecho y el respeto a los derechos humanos.
Julia también reprochó al gobierno el abandono de la lucha ambiental y social recriminándole que se está perdiendo la batalla y entrando a un callejón sin salida en las políticas de desarrollo sustentable y enumeró las pérdidas: más del 90 por ciento de las selvas tropicales se han perdido, más del 16 por ciento de los mantos acuíferos, 83 por ciento de las pesquerías están al límite y la desertificación se extiende ya al 50 por ciento, también advirtió como urgente frenar y regular a las empresas mineras.
Carabias pertenece a esa clase de mexicanos que está en extinción, los que contra viento y marea defienden sus principios y al país, ella ha sido activista en los movimientos de izquierda y no claudica, el otorgamiento de la Medalla Belisario Domínguez ha sido un merecido reconocimiento a una vida dedicada a la ciencia y a la defensa de la naturaleza de nuestro México.