En México conseguir que la justicia se aplique, en muy diversos casos es casi imposible, la justicia laboral por mucho tiempo ha sido una aspiración más que hechos, lo sucedido en Matamoros, Tamaulipas la semana pasada es una prueba de hasta dónde puede llegar el poder judicial, como aliado incondicional de la clase empresarial y de los líderes sindicales “charros”.
Susana Prieto Terrazas abogada laboral que ha dedicado su vida a defender a los trabajadores, pertenece a una especie profesional de excepción, el año pasado asesoró una huelga de 30 mil trabajadores de 45 empresas maquiladoras de las 90 que existen en la zona, la ganaron logrando un aumento salarial de 20 por ciento, el pago de un bono en vales de despensa por 3,500 pesos anuales y una disminución de 4 por ciento a cuotas sindicales, los obreros acusaron a su líder sindical de no proteger la justicia laboral, reprochándole además su tibieza en la defensa de sus derechos sindicales.
Como resultado de las huelgas de enero de 2019 se formó una nueva organización sindical, el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS) Movimiento 20/32.
Pues bien, Susana Prieto Terrazas fue arrestada y encarcelada con lujo de fuerza hace un mes. Los trabajadores denunciaron que su aprehensión fue porque reveló los entresijos, los malos tratos, abusos y corrupción de las empresas transnacionales y por su apoyo y solidaridad incuestionable a los trabajadores.
Ante el encarcelamiento de la abogada Prieto Terrazas se conformaron un conjunto de organizaciones para exigir su excarcelación y gracias a la, “Coordinación por la liberación de Susana Prieto, (CLSP)”, ella obtuvo la libertad, 3 semanas después de su detención.
La CLSP denunció que la aprehensión fue una clara represalia por el trabajo de defensa legal de miles de obreras y obreros en la frontera norte de México por parte de la abogada.
El proceso penal fue suspendido y se determinó la libertad bajo caución de Susana Prieto, aunque condicionada a su expulsión de Tamaulipas y residir en Chihuahua, no viajar al extranjero durante 30 meses y una multa de 66 mil pesos a personas que la acusaron de delitos que ella no cometió; pasado el tiempo prescrito y cumplida la sentencia la abogada deberá acudir a una audiencia judicial en la que será absuelta y quedará sin antecedentes penales.
Susana lloró en alguna de las múltiples entrevistas que concedió a los medios de comunicación, se declaró exiliada y en verdad la sentencia es visiblemente violatoria de sus derechos constitucionales y humanos, en primer lugar, la libertad de tránsito, la imposición de un lugar de residencia, entre otros.
La sentencia también exhibe una clara advertencia y hasta un escarmiento para los obreros del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS) y al Movimiento 20/32 a los que Susana representó, además de la evidente intención de inmovilizarla políticamente, obligándola también a exponer su vida al exigirle abandonar Tamaulipas por vía terrestre en 3 horas máximo después de su liberación, ahora Susana es presa política.
Este es un duro golpe de la derecha reaccionaria del país que mediante la fabricación de delitos pretende preservar al antiguo régimen, gobiernos con nulo Estado de derecho corrupción, impunidad, represión, violación de los derechos laborales y demás derechos humanos, son las tácticas de una estrategia más amplia, freno a los derechos humanos fundamentales, inherentes universales, indivisibles e inalienables.
Exigimos respeto al sindicalismo libre y democrático, fuera los líderes eternos. Libertad para Susana Prieto Terrazas ya.
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