La anhelada visita

No se puede negar que la visita de la semana pasada del Presidente López Obrador a Coahuila fue muy productiva y fructífera. En efecto, el encuentro del Presidente con los coahuilenses fue plural, multitudinario y extremadamente reclamante.

En Monclova, Sabinas y Ciudad Acuña estuvieron presentes los maestros de la Coalición de Trabajadores de la Educación reclamando atención a sus añejas demandas de violaciones a sus derechos humanos por parte de las instituciones obligadas a atender su seguridad social, por la que durante décadas aportaron sus impuestos a través de su desempeño laboral; AMLO dijo, textualmente que, “es una vergüenza lo que ocurre con la salud pública… no hay medicinas, no hay médicos, tiene que haber atención médica y medicamentos gratuitos, es un derecho plasmado en el artículo 4° de la Constitución que no se está cumpliendo y esto tiene que dejar de ser letra muerta, en el caso de los maestros, lo mismo”; oíste Moreira tres, es la exigencia del mero mero, que a ti te ha valido.

También asistieron las viudas y familias de los mineros sepultados en la mina de Pasta de Cochos el 19 de febrero de 2006, su demanda ha sido recuperar los restos de los 65 mineros sepultados en la mina, es una exigencia que une a viudas y familiares de las víctimas; ellos mostraron una pancarta de agradecimiento por la decisión del Presidente de rescatar los cuerpos atrapados, López Obrador dijo que podría solicitar ayuda técnica a países como Estados Unidos, China y Alemania para extraer los restos.

Habría que recordar el caso de los 33 mineros de Chile que tras un derrumbe quedaron sepultados en la mina de San José a 750 bajo tierra en la región de Atacama, mas fueron recatados con vida después de 70 días, allá sí se pudo.

En el recorrido del Presidente se denunciaron también los casos de las masacres de Allende y Piedras Negras y el señor Miguel Riquelme dijo que, pedirá perdón a los familiares de las personas asesinadas en esos municipios, porque hace 8 años fueron masacrados más de 300 habitantes a las que el Estado mexicano les adeuda garantías y derechos que, en su momento, fueron violados, dijo. Mas las familias exigen justicia, que se aclaren los casos de asesinados y desaparecidos y se castigue a los culpables.

Otro asunto muy relevante fue el reclamo del Presidente Andrés Manuel López Obrador que exigió a las empresas manufactureras de Coahuila pagar a sus trabajadores el salario mínimo, que en enero aumentó al doble a lo largo de la frontera norte. Por decreto, en la franja fronteriza el salario mínimo pasó de 88.36 pesos a 176.72 y preguntó a los y las trabajadores si ya estaban percibiendo el aumento de 6 mil pesos al mes y los trabajadores respondieron NOOO, el reclamó se presentó en Ciudad Acuña, por lo que ordenó a la Secretaria de Economía, Graciela Márquez, supervisar el cumplimiento del decreto salarial, pero además, el Presidente adelantó que regresará a Acuña para verificar si las maquiladoras están pagando lo justo a los empleados.

El 5 de mayo, en la ceremonia conmemorativa del 157 aniversario de la Batalla de Puebla integrantes de los colectivos Fundec-Fundem, FundeNL, y Familias Unidas, colocaron mantas, llevaron sobres con informes para el Presidente y aprovecharon el silencio de las pausas en los discursos para gritar consignas y llamar su atención, los demandantes entregaron a López Obrador, expedientes y la solicitud de ser recibidos como los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa para llegar a la verdad y a la justicia.

Fue de verdad una gira multitudinaria en la que se renovó la confianza de la población en que las tragedias ocurridas en Coahuila durante las 2 últimas décadas recibirán atención del gobierno federal y se abrirá la puerta a la Justicia en esta tierra tan golpeada por el senil priismo.

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