El servicio líder de vídeo online acaba de anunciar que muchas de sus series y películas ya se pueden descargar en celulares, tablets o computadores para verlos después, cuando no se tenga acceso a Internet. Esta es una de las peticiones más reiteradas por los usuarios, especialmente en países emergentes donde cada vez crecen más en suscriptores, pero el ancho de banda no les acompaña como para poder ver las tramas con alta definición en tiempo real.
En enero se cumple un año de que Netflix decidió abrir su servicio a todo el mundo, a excepción de China. En líneas generales, salvo promociones de la mano con operadoras, Netflix cobra el equivalente a 10 dólares al mes por acceder a un catálogo en el que cada vez más destaca el contenido hecho por ellos mismos por encima del de productoras externas. The Crown, dedicada a la vida de la Reina Isabel II de Inglaterra es su éxito más reciente. Le siguen Narcos, Orange is the New Black y la ya clásica House of Cards.
En América Latina, Netflix tienen una estrategia especialmente marcada. Colombia fue el país escogido para entrar en el mercado por su infraestructura y un público más proclive a pagar por algo online, pero ha sido en México donde más han apostado por crear series propias. Hace unos meses rompieron un acuerdo con Televisa. Entonces perdieron las novelas, con gran aceptación en América Latina. En todo el mundo cuentan con más de 70 millones de suscriptores con acceso desde móvil, tablet, computadora o aparatos compatibles conectados a la televisión.
Con Información de El País (Rosa Jiménez Cano)
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