La ciudad del colapso

Resulta inútil, vano, hablar de los colapsos en Saltillo, cuando no son los vientos huracanados, son las lluvias intensas como las de este miércoles o los incendios provocados por los  excursionistas irresponsables, Saltillo es un colapso en numerosas áreas, lo que pasó con 17 horas de lluvia desnuda una vez más la falta de planeación.

Así es, lo que pasó con la lluvia fue alarmante; que la Comisión de Seguridad y Protección ciudadana reporte saldo blanco, supone que no hubo pérdida de vidas, lo cual es bueno, pero los daños en las calles, en las viviendas inundadas, los derrumbes de bardas, los 34 accidentes automovilísticos son estropicios graves.

Los vados de algunas colonias del norte, como el que se encuentra por Pedro Figueroa, en el arroyo que cruza ente las calles La Palmilla y Tezcatlipoca, así como el que cruza por Muza, después de Colosio, son un verdadero peligro, en este último ha habido automovilistas que se quedan varados en peligro de perder la vida porque el vado es hondo, pero estos son un mínimo ejemplo, porque la ciudad está llena de arroyos que sirven también como depósitos de basura. Causa: falta de una política de desarrollo urbano, que incluya la urgente ampliación del drenaje pluvial.

Apenas en junio del año pasado se presentó un incidente similar al del miércoles pasado, inundaciones en viviendas y avenidas, autos varados arrastrados por las corrientes, año tras año es lo mismo, ¿por qué? el drenaje pluvial de indispensable y está detenida su construcción, la ciudad crece sin pausa y los servicios no.

Lo hemos dicho muchas veces en este espacio, los que construyen o dicen que restauran las obras públicas, desde puentes hasta bacheo y pavimentación lo hacen de “mentiritas”; los baches quedan boludos y propician el brincoteo de los autos y en cuanto a la pavimentación, los recubrimientos de asfalto son ligeros, de manera que pronto las calles quedan casi  como  terracería, hay tramos en Venustiano Carranza que dan dolor de estómago de tanto brinco, al alcalde no sabe de esto, dicen que el viaja siempre en  helicóptero.

Los puentes de Coayork, en esta localidad dan pena, en ellos no hay tramo sano, sólo el que construyó la pasada administración municipal, escasos 3 o 4 kilómetros.

Un colapso que las 3 últimas administraciones estatales indujeron, nutren y sostienen con vehemencia es el despojo en las clínicas del servicio médico del magisterio y en la DIPETRE, lanzando a la muerte y al deterioro la salud de 55 mil derechohabientes, lo que significa un crimen de Estado.

Las autoridades municipales, por años no han podido construir los carriles laterales del que llaman “Bulevar” Eulalio Gutiérrez, hay zonas que presentan verdaderos hoyancos  como en el cruce con Moctezuma, al norte, pero son incontables los casos en mención.

 Por si algo faltara, realizarán oootra remodelación a la Ciudad Deportiva porque a la de hace 2 años le faltó calidad, todo a medias, y es que el Alcalde Jiménez está muy ocupado en la socialite, reparte apoyos, va los bailes, realiza viajes y más viajes, foto, foto, foto.   

El Centro Histérico es un colapso, sus ruinas son un peligro, sobre todo con lluvias las  intensas, las casas abandonadas de las calles del primer cuadro de la ciudad son adefesios indignos de una ciudad de Primera, y ni quien les ponga mano; hay, según el censo, nada más 155 mil viviendas en zonas de alto y muy alto riesgo (Implan).

No alcanzo a describir todos los colapsos sustentados por los gobiernos del PRI, lectora, lector usted tiene criterio para llegar a una conclusión, porque, Colapso, Coahuila es.

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