“Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas”.
Mark Twain
Escritor estadounidense.
Un día le preguntaron a un conocido político coahuilense: ¿Es usted honesto? A lo que contestó: -honesto, honesto, lo que se dice honesto…no soy-. ¡Ups! Si un día le preguntaran lo mismo a un profesor, jefe, padre o algún amigo… ¿Qué crees que respondería? O tu…alguna vez has dicho: “Me dieron el premio, aunque hice trampa”, “Llegué tarde y le dije una mentirilla piadosa”, “Logré el puesto, pero exageré en mi currículo”. ¿Se te hacen conocidas estas frases? Según la Real academia de la lengua “honesto” viene del latín “honestus” que significa: Decente, decoroso, recatado, pudoroso, razonable, justo, recto, honrado. Es pregunta:
¿En Coahuila, crees que haya funcionarios públicos honestos? Repito: Es preguntaaaaaa.
Existe una frase coloquial: “El que no tranza, no avanza”, que triste ver, como algunas personas hacen de esta expresión, un estilo de vida. Logran sus metas a través del engaño, la mentira y la falsedad. Quizá con el paso del tiempo se arrepientan de sus artimañas, pero habrá otras que ni siquiera lo piensen o mediten. En la actualidad ser honesto, representa un verdadero desafío, pero vale la pena vivirlo y difundirlo entre quienes te rodean.
La vida no es sencilla, te presenta situaciones en donde es fácil resbalar. Es ahí donde los consejos de tus padres, los valores que han influenciado en tu vida, tendrán que salir a flote y ayudarte a salir avante. Todos estamos en el mismo barco. En cada una de nuestras trincheras debemos de manejar y vivir los verdaderos valores de honestidad y respeto. Denuncia a quienes están cometiendo algún delito.
Generalmente a quienes se les señala y pide honestidad, es a los políticos, pero en realidad debería ser a todos: al jardinero, al vendedor, al taxista, al hermano a toodooos sin excepción. Perooooo, si eres político cuida con mayor razón la forma en que te desenvuelves. Sería triste que al paso de los años tengas que agachar la cabeza por algún acto deshonesto que hayas hecho durante el periodo de tu encomienda. Hace unos días me comentaba un amigo, referente a que tuvo que dar una “mordidota” (Dinero, moneda, plata, marmaja), a alguien del gobierno para que le liberara cierto trámite. Le dije: ¡Que triste darte cuenta que a pesar de que cambien las personas, los partidos y las políticas, la corrupción es la misma!
Se ve en todos los ámbitos: para sacar una ficha de alguna universidad…hay que dar un moche, para obtener factibilidad de suelo o poder construir algo…hay que dar un moche, para tener crédito más rápido…hay que dar un moche… Ya lo dice un refrán: “Lo mismo peca el que mata, que el que le agarra la pata”, (Aunque sea de vez en cuando). Vivir una vida honesta, honesta, honesta…es muuuy difícil, pero no imposible. ¡Luego no digan como el primo de un amigo: “¡Sí, es cierto, le pongo los cuernos a mi vieja… pero son muy chiquitos! ¡Feliz domingo! ¡Abrazote de oso!