Tal como se informó desde el mes pasado (22-7-21), el Hospital General de Saltillo es un caos, la crisis que arrastra se acentúa y los que pagan hasta con su vida son los enfermos, quienes, aún con la pandemia encima, se ven obligados a emigrar hacia el servicio médico privado, los que pueden pagar.
Ahí laboran más de 700 empleados entre médicos, administrativos, intendencia y más de 300 enfermeras, sometidos todos a carencias insuperables para ellos, ya que la dirección y la Secretaría de Salud, miran para otro lado o padecen miopía.
La última medida que tomaron ante la insoportable crisis fue exigir la destitución de la jefa de enfermería Juana Leticia Sánchez Guillén, acusada de falta de capacidad laboral, de preparación, de ética, de deshonestidad y corruptelas en el la asignación del Bono Covid que ella asignó a sus amigos y varias personas de la administración excluyendo a enfermeras y médicos que son los que atienden directamente a los pacientes poniendo en riesgo su vida, el historial laboral de Sánchez Guillén es desafortunado, por decir lo menos, de ahí que por ello en el Hospital se trabaja bajo protesta (2- 8-2021).
También es público que falta el agua, jabón y gel: hay fotos de pacientes que llevan su cubeta con el líquido para asearse y beber, me han comentado pacientes, maestros que participan en el plantón en la Plaza de Armas, contagiados de Covid, que ellos o ellas tenían que asear el sanitario y regadera, así como la habitación, lo cual parece increíble, una higiene deficiente en un hospital revela falta de supervisión de la administración. Son evidentes las plagas nocivas, abundantes moscas y cucarachas, incluso en el comedor.
No se cuenta con suficiente equipo para cirugías, guantes, alcohol, antibióticos, analgésicos, jeringas, tela adhesiva, ni bultos para partos, el personal de enfermería se ve obligado a aportar algunos de estos insumos pagando con sus propios ingresos, Sánchez Guillén niega la entrega de cubrebocas al personal de enfermería, o les proporciona inadecuados y de baja calidad. El Hospital no cuenta con clima artificial, hay goteras y cuarteaduras en las paredes, techos y pisos.
El equipo de Rayos X que hace 2 semanas fue reportado como inhabilitado ya fue reparado, pero se carece de impresión y ahora el TAC está fuera de servicio y se adolece de falta de reactivos de laboratorio.
El Subsecretario de Salud entró en pláticas con la Secretaria del Sindicato, Sección 86 de la Secretaría de Salud, María de Lourdes Lidiet Reyes Martínez, el funcionario de la Secretaría de Salud solicitó una segunda oportunidad para Sánchez Guillén, Reyes Martínez en representación de los trabajadores, dijo NO, e impedir imposiciones. Esperan que esta semana la Secretaría de Salud informará su postura.
Como puede captarse, el Hospital General está en una situación casi de un callejón sin salida, 700 trabajadores, pero hace falta voluntad política para armar un plan que lo vaya rehabilitando porque está más enfermo que los pacientes que ingresan ahí sin posibilidades de elegir otras alternativas.
La situación es similar o aún peor a la de las clínicas del magisterio, aunque en este caso se conjuntan otras situaciones institucionales que ya hemos expuesto. Los maestros están en pláticas con los cleptómanos dirigentes de la Sección 38 del SNTE, los cuales ponen caras de inocentes palomas.
Así está Coahuila la priista en cuestión de salud, pero para ganar elecciones sí hay dinero, para eso no falta y los coahuilenses aguantan.