7 de cada 10 coahuilenses no votamos por el que desde ayer es gobernador de la entidad, tras las elecciones más fraudulentas de la historia reciente. La decisión para no otorgarle nuestro voto no se debió a simples simpatías o antipatías; su gestión como alcalde de Torreón nos ofreció suficientes elementos como para desconfiar de su talento como administrador público: gobierna por ocurrencias (además muy caras, como el Teleférico); las obras a su cargo sistemáticamente presentan grandes y muy costosas demoras; tiene una enorme propensión a violar la ley (como ocurrió con la retención obligada de cuotas para su partido) y en sus constantes arranques coléricos puede llegar a poner en peligro a los ciudadanos.
Entiendo, por eso, la desazón de la mayoría de los coahuilenses. Sin embargo, hay que ver para adelante valorando, en su justa decisión, los triunfos que no nos pudieron arrebatar.
El más importante se dio en el congreso local: Riquelme no encontrará un séquito de lacayos que le aprueben su caprichos y puntadas; por el contrario, (y lo afirmo en mi papel de coordinador de la bancada del PAN en la próxima legislatura coahuilense que inicia en enero), va a toparse con unos diputados que aportarán al estado toda la responsabilidad de la que él ha demostrado carecer.
Por primera vez en la entidad habrá el suficiente número de diputados de Acción nacional, y de otros partidos ajenos al PRI, como para impedir que se siga endeudando a Coahuila, por poner un ejemplo; más allá, seremos los impulsores de un gobierno auténticamente democrático, que persiga en verdad el progreso de nuestra entidad. Además, a partir del primer día de enero del 2018 que tomaremos posesión de nuestros cargos, realizaremos un auténtico ejercicio de nuestra facultad de fiscalización, exigiendo una verdadera rendición de cuentas del gobernador y de los miembros del gabinete. Impediremos que se derroche el dinero del erario y que se gobierne de espaldas a los coahuilenses.
Los diputados locales del PAN seremos auténticos representantes de los ciudadanos. No dejaremos que Coahuila siga funcionando como territorio a cargo de un virrey. Se pueden haber robado una elección, pero jamás podrán llevarse la dignidad de los coahuilenses.
Face: marcelotorresc / Twitter: @marcelotorresc