La ética y la credibilidad

La percepción social es un elemento fundamental para la generación de la confianza; confiar o desconfiar son efectos de las circunstancias que viven las sociedades. La confianza en un líder es un componente sin el cual le sería imposible generar apoyo, lealtad y éxito en su gestión, sea cual sea ésta.

Nutrir y consolidar la confianza para esquivar la derrota es un desafío permanente, constante y perdurable de cualquier líder que desee mantenerse con éxito en su papel de conductor de sus metas. Ganar se nutre del trabajo constante y abnegado de un equipo que está al tanto de que las expectativas generadas, que dan continuidad al liderazgo significan la permanencia de la estrategia de un plan de trabajo.

En la conferencia de prensa mañanera de ayer el Presidente López Obrador reveló que el huachicoleo no se limita al robo de gasolina y diesel de los ductos, declaró que están investigando las plataformas petroleras del litoral de Campeche y Tabasco porque hay información de que las están vandalizando, es decir, robando el petróleo crudo, de ahí se extrae un millón de barriles diarios, dijo, también comentó que la Reforma Energética no dio los resultados esperados para aumentar la producción, que al contrario ésta cayó y la tendencia es a la baja, por lo cual están revisando la contabilidad, el objetivo es recuperar la producción petrolera, alcanzar la independencia productiva, operar nuevas refinerías y dejar atrás la importación de gasolina, además evidenció que se abrieron investigaciones para aclarar la posible corrupción de líderes sindicales y funcionarios de Pemex.

La tensión social que vive México no es escasa, la puesta en marcha del combate al robo de combustibles ha generado múltiple reacciones y expectativas, pero la sociedad ha resistido, ¿por qué? la respuesta obvia es el hartazgo ante la multitud de despojos, el saqueo, la expoliación de los que ha sido víctima durante más de 30 años.

México resiste porque la credibilidad de AMLO y la confianza en su gobierno y en las acciones que ha emprendido no sólo se mantienen, han crecido como la de ningún mandatario de la historia reciente, según la última encuesta del periódico Reforma, a la pregunta, ¿Para usted que es preferible? acabar con el robo de combustible a Pemex aunque no haya gasolina por un tiempo, el 73 por ciento de los encuestados manifestó estar dispuesto a tolerar la escasez y sólo el 18 optaría por el abasto y como ya se ha comentado en estas páginas, el 74 por ciento de los saltillenses apoya el combate al huachicol (VANGUARDIA17-01.19) .

Esta semana circuló en las redes un mensaje de la derecha internacional, el autor, de acento sudamericano, atribuyó al gobierno de AMLO haber entrado, mediante el desabasto de combustibles en una primera etapa de un gobierno dictatorial, semejante al de Maduro en Venezuela y el de Castro en Cuba, el mensajero sostenía que la escasez se sucederá en otros productos, aunque su discurso era desarticulado, con información obtusa, es la caterva de argumentos de siempre, gobierno socialista, dictatorial, vinculado con Putin y los mencionados de Latino América.

Para la derecha, las políticas públicas que buscan el beneficio de las mayorías y la disminución de la desigualdad social son tachadas de comunistas, ya nos sabemos de memoria su discurso desfasado y obsoleto, descontextualizado.

El gobierno federal está dando muestras de que sus políticas públicas se alejarán del despojo a las mayorías y velarán por el bienestar social con programas como el de Jóvenes Construyendo el Futuro, el recate de la seguridad social para la universalización de la salud, la protección de los adultos mayores y discapacitados, los aumentos al salario mínimo, la protección del agua y la reforestación, la Comisión de la Verdad y principalmente la lucha contra la corrupción, además de la austeridad y la frugalidad, de ahí la confianza y la credibilidad de AMLO.

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