La falacia de los otros datos

Un poco de análisis basta para revelar lo falaz de los “otros datos”. Voy a tomar sólo uno como muestra: el de la generación de empleo.

Las cifras oficiales marcan que, hasta mayo, se crearon unos 300 mil empleos.

Pero el presiente alega que hay un millón de empleos que no fueron contabilizados por el IMSS: 800 mil jóvenes aprendices y otros 200 mil becarios del programa “sembrando vida”. Se trata, como voy a demostrar en seguida, de toda una falacia.

Una condición fundamental para la creación de empleos es el crecimiento del PIB.

Es posible que crezca el Producto sin que se incrementen los empleos si ocurre un aumento en la productividad: hay más PIB con un número igual o menor de empleados porque quienes trabajan producen más con su labor.

En cambio, es imposible que se generen nuevos empleos sin un aumento en la riqueza del país. ¿Y cuánto ha crecido el PIB? Prácticamente nada. De hecho, el primer trimestre del año experimentó una caída mientras que el segundo apenas alcanzó un raquítico 0.1%.

Hay otros indicadores clave que se mueven gracias a que hay más gente trabajando; por ejemplo, el consumo.

¿Qué está pasando en México al respecto? Las cifras oficiales marcan una desaceleración; la gente está gastando menos, a niveles equiparables al 2009.

Por supuesto que la inflación se mantiene a la baja, pero no es porque el país esté siendo más productivo sino porque se demanda menos, como también hay una tendencia a la baja en el cumplimiento de los compromisos crediticios de las personas, presionando el nivel de la cartera vencida de los bancos.

El millón de empleados que según el presidente no contabiliza el IMSS ni gasta ni paga.

La razón es muy simple: no existen en tanto empleos. Son un programa clientelar que no genera riqueza y, por lo menos hasta ahora, no dinamiza la economía nacional.

Y así como el “otro dato” sobre el empleo es falso y no resiste ni el análisis más superficial, así también pasa con la mayoría de los “otros datos” porque si algo ha demostrado el presidente es que sí miente y lo hace con demasiada frecuencia.

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