Dos pequeños genios de nueve y 11 años de edad dieron con una clave que estuvo delante de nuestras narices y nunca fuimos capaces de ver. Ni nosotros, las personas de a pie, ni los ingenieros más prestigiosos. La idea de Lara y Daniel Krohn podría ahorrar millones de litros de agua con un simple gesto: almacenar el agua de la lluvia en un depósito que sirva para el agua del limpiaparabrisas de los automóviles.
La bombilla de sus pequeñas mentes se iluminó mientras se encontraban realizando un viaje en carretera con sus padres el pasado verano. Llovía copiosamente y el parabrisas se ensució. Al escampar, el padre de los niños trató de usar el limpiaparabrisas y se percató de que no tenía agua suficiente para combatir las manchas. Fue entonces cuando los hermanos propusieron una solución de lo más práctica y sostenible.
¿Por qué no almacenar y usar el agua de la lluvia en un vehículo propio?
La genial idea comenzó a ponerse en marcha y qué mejor manera de hacerlo que presentándose a un concurso local de Ciencia. El experimento se realizó en un coche de bomberos de juguete. Los pequeños colocaron una bomba, añadieron un sistema de filtrado para que el agua estuviese limpia y lo probaron dentro del acuario. Finalmente, estos niños prodigio acabaron ganando el premio.
Aquello ya fue un logro pero la gesta real estaba por llegar. El proyecto captó la atención de ingenieros de la marca estadounidense de automóviles, Ford. Tras conocer los detalles de la idea, optaron por aplicarla, esta vez en tamaño real, en uno de sus modelos de prueba.
“La idea de Daniel y Lara lleva décadas frente a los conductores y ha hecho falta que un momento de inocencia lo haga realidad. En menos de cinco minutos de lluvia, el depósito del limpiaparabrisas se llena completamente”, afirmó Theo Geuecke, supervisor de equipamiento de chasis exterior de Ford Europa.
La previsión es que este concepto vaya más allá de su uso en los limpiaparabrisas ya que hay otras partes de los automóviles que necesitan agua limpia. Según afirman desde la compañía, sus ingenieros están trabajando en más métodos de recogida, condensación e incluso maneras de filtrar el aire húmedo y convertirla en agua potable.
Se trata de un gran paso para el ahorro de agua, un hecho que aplaudió Nicci Russell, directora de Waterwise, una compañía de purificación de sistemas que podría sacar mucho provecho de este proyecto.
“¡Qué idea tan brillante! Innovaciones como estas son esenciales para sacar el máximo partido del agua que tenemos. Todos necesitamos cambiar nuestro comportamiento para gastar menos agua, pero también necesitamos nuevas ideas como la de Daniel y Lara”, agregó.
Ambos hermanos dieron con una solución tan sencilla, práctica y cautivadora que llegaron a enamorar a una de las compañías de producción de automóviles más prestigiosas del planeta. Lo que todo el mundo se pregunta ahora es:
(Yahoo).