Después de las elecciones del 5 de junio se hicieron distintos comentarios por parte de “destacados” priistas de Coahuila, lo que primero se les ocurrió a los que tuvieron que registrar el resultado como una amenaza a sus aspiraciones, como al candidato de Moreira, fue que éste “no se replicará en Coahuila”, que nuestro estado no es ni Chihuahua, ni Durango, ni Tamaulipas.
Mas que un resultado analítico los comentarios parecían una plegaria, un conjuro o la lastimera queja a una premonición. Dicha en tono que pretendía ser profético, se escuchó como una angustiosa solicitud de clemencia a la ciudadanía y un desgarrador grito de auxilio a su sorprendido y angustiado mecenas para que lo protegiera, para que lo cuidará por que el destino parecía empeñarse en cambiar las mieles y la gloria, de las riquezas, los placeres y el poder por una fría, oscura, sucia, triste y merecida celda penitenciaria.
Después, asimilado o disimulado el susto y consultado a los asesores que se especializan en traducir lo que, “el señor quiso decir”, se instruyó a los lacayos a limitar su discurso a una sola idea, el resultado lamentable tiene que ver con que se equivoco el PRI con los candidatos, no fueron los mejores, tenían fuertes cuestionamientos.
Pero esta aseveración no le ayudaba a su proyecto, más allá del embelesamiento que éste provoca en la pareja que lo patrocina y que lo seleccionó, por sus limitadas calidades y cualidades, como su encubridor y cómplice, la ciudadanía no beneficiada por la despensa, la pintura, el tinaco, la tarjeta de apoyo económico, la tortilla etc. lo considera, también, con muy fuertes cuestionamientos y no tan solo no el mejor, sino el peor, por mas que los medios de Moreira se desgañiten cobrando la aberrante y ridícula promoción.
Se concluyó entonces que el concepto fuerza a posicionar seria la de exigir consulta abierta a los militantes y simpatizantes para elegir al candidato. Cínicos y farsantes.
Exigen que el candidato se decída en una competencia, controlada por ellos, para ver quien tiene mas dinero, recursos e influencia para lleva a votar a más beneficiarios de los programas sociales que ellos operan, dominan y manipulan cuya relación con nombre y domicilio nada mas los Moreiristas tienen y a cuyo control dedican, nomina, regalos, costosos artistas, canonjías, prebendas, y gestión inmediata, favorable y privilegiada y que para ellos tiene una sola razón y propósito, ganar elecciones.
Así de descarados, así de soberbios, sin ningún prurito insultan la ínteligencia de los coahuilenses sobre todo de los aspirantes no sometidos a ellos y esperan que se presten al insultante y avasallador espectáculo y aplaudan la unción “democrática” del lacayo mayor, Riquelme. Y además de eso, que todos los afines y simpatizantes de ellos claudiquen, ofrezcan sumisión y con humillante arrepentimiento esperen ser redimidos después de sufrir la exclusión y la persecución sexenal como consecuencias de su insubordinacion y rebeldia, además de, como siempre, acusarlos de traidores, renegados y desleales al “interés superior” del partido. Apuestan a que ninguno tenga dignidad y se sometan a sus arbitrarios caprichos.
Desde luego que dejan evidencia plena y obvia de que su desesperado proyecto no tiene la menor posibilidad si, como será, el presidente Peña toma la decisión, para él Riquelme no existe.
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