ANTECEDENTES.
El día 16 de febrero, estalló la anunciada huelga en nuestra querida Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro” (patrimonio nacional y orgullo coahuilense). En esta universidad hay muchas huelgas, las hay seguido, pero ésta, es diferente, es compleja, parece inarreglable; no hay voluntad institucional. Jesús Valenzuela García, privilegia temas políticos sobre los intereses de su base, esa que lo hizo rector.
La Narro arrastra temas financieros y de prestaciones sociales no garantizadas (salud y pensiones de los trabajadores de la educación). Está pendiente la revisión al Contrato Colectivo, están caídos acuerdos económicos firmados, está detenida la auditoria a dos ex rectores. La Narro está quebrada y saqueada.
El gobierno del estado, incumple un convenio firmado por Rubén Moreira Valdez, a finales del 2016, luego del plantón frente a Palacio de Gobierno (los maestros disidentes se ampararon y ganan amparos, en contra la Ley Moreira que pretende eludir la responsabilidad de las pensiones y la salud del Magisterio).
La rectoría decidió no enfrentarse al gobierno y mejor torear a su base (trabajadores, académicos y estudiantes) y sindicato. Valenzuela no tiene arreglo que proponer y entrando en desesperación, sabotea los camiones de los estudiantes regresando a sus casas y maniobra (vía el gobierno), ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, “para tumbar la huelga”.
El Sindicato Único de trabajadores Académicos (SUTAUAAAN), contesta al rector. La huelga sigue, es legal, la Junta de Conciliación no tiene facultades para sancionar los petitorios sindicales. La rectoría debe privilegiar el diálogo, proponer un arreglo. Es un tema de recursos financieros pero también lo es de voluntad política y de compromiso con la universidad. Jesús Valenzuela debe decidir de que lado está, ¡del gobierno o de su base universitaria!
“Carta al Rector” (SUTAUAAAN).
“Del Rector depende la solución para que se termine la Huelga, la pudo evitar y no quiso, por su cerrazón y la falta de capacidad para negociar y dialogar. Lo exhortamos al diálogo no a la imposición, en beneficio de la universidad”.
“Yo no claudico, si tengo temor de la mano del gobernador en este asunto y en terminar con la autonomía de la universidad y con la propia universidad … El Rector abrió las puertas para ello”.