La patria siempre es primero

Las bravuconerías del presidente norteamericano Donald Trump están saliendo demasiado costosas. De acuerdo con la CONCAMIN, los daños ocasionados por las demoras en los cruces fronterizos hacia los Estados Unidos rondan los 800 millones de dólares diarios. Y pese a estar causando daños a su propia economía, insiste en amenazar con cerrar la frontera lo que, de ocurrir, afectaría severamente, sobre todo, a los estados fronterizos.

El gobierno federal ya debería haber salido a la defensa de los millones de mexicanos que están sufriendo las consecuencias negativas de Trump y sus delirios de superioridad. Sin embargo, hasta ahora, lo único que observamos es a un presidente timorato que le saca la vuelta a una de sus mayores responsabilidades históricas. Todo lo beligerante que se mostró durante la campaña quedó en el olvido o, peor todavía, lo dirige contra periodistas o medios que se atreven a cuestionarlo.

El asunto es extraño porque, además, si en algo pudiera conseguir un apoyo y un respaldo unánime de los mexicanos el presidente López Obrador, precisamente sería en mostrar acciones firmes que detengan las ofensas del mandatario norteamericano. Además, como se dice de manera coloquial: “lo cortés no quita lo valiente”. Se puede seguir manteniendo una relación respetuosa, pero sin caer en posturas que pongan en tela de juicio la dignidad del gobierno mexicano.

Y es que aquí, como en el resto de los asuntos públicos, lo que importa es la gente; esos ciudadanos mexicanos que están teniendo problemas para llevar de comer a sus familias; los empresarios que se están viendo orillados a parar sus actividades productivas; los campesinos que no consiguen enviar con éxito sus cultivos a los Estados Unidos; los transportistas que pasan horas paralizados porque no se les atiende. ¿Le cuesta tanto a AMLO ponerse en el lugar de los que están sufriendo?

Ojalá y venga una pronta rectificación y que el presidente demuestre que es el estadista que México necesita; alguien que, más allá de sus conveniencias, no olvida que la patria siempre es primero.

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