La paz, un día especial

Hoy se conmemora el Día Internacional por la Paz ese valor de la convivencia humana tan evocado, pero tan ignorado por las mayorías, implorado, urgente y evaluado por las religiones predominantes. Seguramente no hay comunidad en el mundo que no añore y ansié la paz. La paz en ti, la paz interior que da serenidad, calma, que elimina el estrés y las confrontaciones innecesarias en tu entorno, significa vivir en un contexto en el que los conflictos son enfrentados sin necesidad de agredir, sin necesidad de acudir a la violencia, la paz no sólo significa ausencia de guerra, como la que se está viviendo ahora entre Rusia y Ucrania que tanto sufrimiento ha provocado en la población civil, niños, mujeres y hombres muriendo por el capricho de Putin, presidente de Rusia, dictador inclemente, bárbaro y cruel.

La paz exige estabilidad, es un estado de derecho moralmente fundado que se instituye por voluntad, por un compromiso ético-jurídico colectivo que significa seguridad, serenidad y tranquilidad. La paz es una fuerza viva, despierta, que trata de doblegar las pasiones agresivas que buscan la guerra, es la voluntad de vivir en colectividad en ausencia de rebelión, para ello hay que garantizar la libertad de expresión y de pensamiento que fundan la república, porque los instrumentos de la paz civil republicana son la libertad de expresión en unidad con la obediencia a las leyes constitucionales. De ahí que la paz no sea algo natural, sino efecto que emana de la institucionalización de un horizonte, un deber ser, acuerdos y declaraciones que a su vez son resultado de la razón que elabora proyectos, pactos que son procesos de un devenir. La paz, hay que reconocerlo, es un estado duradero, instituido voluntariamente que necesita ser proclamado.

No obstante, las naciones tienen derecho de reprimir a aquellos que desprecian y violentan abiertamente la paz y destruyen los fundamentos de la tranquilidad social. En Coahuila ha sido lo contrario, el Estado ha incurrido en graves violaciones a los derechos ciudadanos, en particular a los de los maestros, induciendo la tensión social y la represión. La paz significa consenso, solidaridad de las clases sociales, la cohesión colectiva induce su tranquilidad. La paz consiste en interiorizar al otro, el otro tiene un lugar, hay lugar para todos; la paz nunca debe suprimir la diferencia sino comprender la distinción entre amigo y enemigo, contener los conflictos y las distancias. La paz delimita un espacio de pertenencia.   

La paz es trabajar en contra de la pobreza, el hambre, por la salud, la educación, en contra del cambio climático, de la discriminación y el racismo, por la igualdad de género, el cuidado del agua, del saneamiento, el medioambiente, la justicia social, que la equidad y la sustentabilidad sean prioridad para la humanidad, pero para llegar a eso, hace falta conciencia.

La paz no es la decadencia de las fuerzas sociales, es paciencia, logra atrasar el juicio, impide la reacción inmediata ante la seducción, la ira, exige suspicacia, resistencia; la conversión de la paz en guerra es insidiosa, es necesario inducir a la unidad política, la paz delimita un espacio de pertenencia, el grado de cohesión de un pueblo depende de su tranquilidad, de su paz. Vistos todos estos atributos lo que sigue es optar por el VIVA LA PAZ.

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