Para elegir presidente de la Republica en México hemos tenido que votar “al menos malo” de entre los candidatos que escogieron otros. Lo he repetido porque es lamentable.
Algo ha sucedido en esta anticipada contienda del 2024, cambiaron las cosas.
Quizás debamos agradecer a los excesos de López Obrador (su afán de ser jefe político que no de Estado, su ilegal descalificación de opositores con uso de recursos público, su “forma de gobernar”, autócrata y ofuscada y etcétera), el que la idea de cambiar las cosas levante de la cama a varios aspirantes presidenciales que antes no tendrían cabida porque los dueños de los partidos solo eligen a los que les conviene.
La burla de llamar corcholatas a los 4 empleados que López decidió para correr por la sucesión (su sucesión y decirse el destapador), ahondó el enojo en la otra gran parte de México (la oposición al régimen), que, aun distinta y antagónica, se une para vencer al obradorismo… a AMLO, a su favorita y a los otros 3.
Xóchitl, Creel y 10 más
Cuando regresa Santiago Creel a buscar la candidatura en aquel Va Por México, pensé que por fin alguien distinto a lo que se veía tendría oportunidad de mejorar la baraja, que por fin la agachada y desarticulada oposición (vendida una parte al Peje y a MORENA), despabilaba.
Primero Lilly Téllez y luego Santiago Creel eran laboratorios, en prueba y error, que anunciaban algo nuevo, otra danza de corcholatas a modo anti corcholatas, menos burdas. El experimento apenas empezaba.
Unos jefes en la IP y en la política, la de antes, quizá, pusieron orden en la sala opositora, crearon el FAM, como la abreviatura de familia pero en un Frente Unido Por México. Escribieron reglas y una ruta crítica calendarizada. La planeación repentina sacudió a las erráticas dirigencias nacionales del PRI, PAN y PRD, esos clubes de amigos (ambiciosos, tramposos y convenencieros) que de democracia nada entienden.
Luego, por generación espontánea, aparecen 30 enlistados e inscritos sujetos a reglas exageradas que son cedazo imperativo. En 8 días se bajaron la mitad solo por la regla de las 150,000 firmas. Entre reglas y reclamos, aparece Xóchitl Gálvez Ruiz, una panista foxsista, que se veía como la carta fuerte para recuperar la CDMX de las garras de Sheinbaum y sus herederos.
¡Aquellos la vieron, para la grande, y le ordenaron que se viera!
En campaña
El jefe de campaña en MORENA (ventrílocuo y cuasimodo, destapador de corcholatas), Andrés, ya había mandado a sus corcholatas a hacer campaña ilegal disfrazada (los comités de la 4T, verdadera construcción de la candidatura presidencial, decidida por “una autoencuesta”, y campaña anticipada).
La oposición, vendida una, y lerda la otra, recibió la iluminación celestial y copió a AMLO sus dos simulaciones electoreras: Decir que aventarán a sus aspirantes a la calle, en campaña ilegal, pero disfrazada de elegir dirigente del FAM, en realidad candidato presidencial de la alianza opositora; luego, una autoencuesta electiva e inapelable.
Los de MORENA con uso burdo y dilapidador de recursos públicos; los del FAM, en campaña por el país, a saber con qué dinero.
MC y la estrategia
Quedan 12 del FAM contra 6 de MORENA, una favorita de “ysq” y una favorita de “aquellos”. Pero, ¿y el otro partido, el MC?, aquel que gobierna en 2 estados relevantes y venció a MORENA, ¿no cuenta en la cuenta?
Dante Delgado Ranauro viejo político de colmillo retorcido, se sentía dueño absoluto de la marca electoral que creó hace años, pero le han crecido los hijos políticos, y en el desorden nacional, se insubordinan y le complican el plan.
MC esperaría a que los enredos en MORENA y el FAM despejarán el panorama y algunos precandidatos presidenciales, con peso específico, quedarán disponibles, pero “aquellos”, los padrinos de Xóchitl y hasta de Creel, agitaron las aguas en la cúpula de Movimiento Ciudadano.
La presión de sumarse al FAM es fuerte y la idea de Dante candidato, se esfuma; se bajan Samuel y Alfaro, y Colosio, enmudece. Todos voltean a ver al Dante-MC, hasta López Obrador le hace ojitos.