Europa endurece el acceso a sus fronteras por el terrorismo y la crisis migratoria. Los ciudadanos de terceros países no sujetos a visado que quieran viajar al área Schengen deberán obtener un permiso previo que permite a las autoridades comprobar si representan una amenaza para la seguridad del espacio de libre circulación. También detectar posibles migrantes irregulares. Será un documento similar al que exige Estados Unidos para entrar a su territorio y costará cinco euros, según el proyecto que ha presentado este miércoles la Comisión Europea.
Pese a la urgencia que ha invocado Bruselas para acelerar todas las medidas de seguridad en la UE, el sistema no estará listo antes de 2020. Primero deben aprobarlo el Consejo Europeo y el Parlamento y después habrá que aplicar las reformas técnicas necesarias para activarlo. Este nuevo requerimiento solo afectará a los ciudadanos que no tengan obligación de sacar visado para visitar Europa. En total representan entre 30 y 40 millones de personas al año.
Las aerolíneas y otras empresas transportistas tendrán la obligación de exigirlo, salvo las compañías ferroviarias (que tampoco piden siempre el boleto antes de subir al tren).
Datos personales
Quienes deseen viajar a los 26 Estados del área Schengen (22 de la UE más Suiza, Noruega, Islandia y Lichtenstein) deberán rellenar por Internet un formulario con 27 preguntas (datos personales sobre su identidad, su formación, los motivos del viaje, etc.). Bruselas defiende que en la mayoría de los casos (el 95%) el permiso se otorgará instantáneamente, apenas unos minutos después de haberlo solicitado, a través de un correo electrónico. Una mínima parte de las peticiones se podrán demorar más, pero todas deberán procesarse en un máximo de dos semanas.
La información proporcionada en este formulario se contrastará con prácticamente todas las bases de datos que tiene la UE, incluidas algunas que no se emplean ahora para esos fines, como la de Europol (agencia europea que lucha contra el terrorismo y el crimen organizado) y la de antecedentes penales (Ecris). La base policial de Schengen, la de huellas dactilares de demandantes de asilo (Eurodac) y la de pasaportes perdidos o robados de Interpol también figuran entre esos archivos (12 en total).
Con información de El País
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